[:es]Brasil-México, la obligación contra la fe en el Mundial más loco[:]

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Samara, Rusia, 2 jul .-Tras las eliminaciones de Alemania, Argentina, Portugal y España, Brasil tiene la obligación de dar la cara por los favoritos cuando enfrente hoy a México en los octavos de final del Mundial de fútbol más loco de los últimos tiempos.

 

Los pentacampeones mundiales dominaron su grupo eliminatorio E, pero dejaron algunas dudas en su accionar, sobre todo en la facturación y finalización de los goles.

La magia del ‘jogo bonito’ de los Neymar, Coutinho, Gabriel Jesús y compañía tiene una ocasión especial para salir a volar en el Cosmos Arena de esta ciudad, pues Brasil jamás perdió con México en Copas del Mundo e incluso, en esos cuatro partidos, ni siquiera permitió goles y anotó 11.

Es una especie de paternidad la del Scratch sobre los aztecas, aunque ‘mantendremos la concentración, bajo el precepto del respeto constante al rival y la búsqueda de soluciones a cada situación del juego’, remarcó Adenor Bacchi ‘Tite’, técnico de la canarinha.

Brasil, el máximo ganador de títulos del orbe con cinco (1958, 1962, 1970, 1994, 2002), mantiene una racha importante de clasificaciones a cuartos de final; de hecho, desde 1990 siempre alcanzó al menos esa instancia.

Paradójicamente, los sudamericanos no hilvanan tres victorias al hilo desde 2006 y ante México tendrán la oportunidad de volver a hacerlo, pues vienen de triunfos seguidos sobre Costa Rica y Serbia, en ambos casos por 2-0.

Neymar Jr. sin duda, será el principal jugador a seguir: ‘Sabemos el precio que pagó para volver a este nivel. Contra Serbia hizo todo lo que le pedimos tácticamente, defendió al lateral, buscó el objetivo, dribleó y corrió con el balón’, remarcó el estratega.

El elenco de Brasil portará la pesada condición de favorito en el duelo ante México, en el Mundial más parejo y difícil de pronosticar de los últimos tiempos, que vivió la eliminación de Alemania por primera vez en la historia en fase de grupos, y además vio caer a la Argentina de Messi, al Portugal de Cristiano Ronaldo y a la poderosa España en octavos de final.

Este es el partido más importante de nuestras vidas, sentenció el mexicano Andrés Guardado.

México clasificó a esta instancia de puro milagro. Después de derrotar a Alemania, algo que nunca había ocurrido en Mundial y vencer a Surcorea, se complicó la existencia con un revés 0-3 ante Suecia.

Pero los germanos, increíblemente, sucumbieron por 0-2 contra los coreanos y le abrieron las puertas de los octavos de final a los aztecas. Una victoria de la Mannschaft en ese desafío, como indicaban el 99 por ciento de los pronósticos, hubiera dejado fuera a México.

Esta nueva oportunidad, una segunda vida, se antoja dramática para el Tri: ‘No nos sentaremos a esperar, los atacantes de Brasil son demasiado buenos para que ese sea el plan correcto. Nos apegaremos a nuestra idea de tener al menos cuatro o cinco jugadores atacantes’, advirtió Juan Carlos Osorio, seleccionador de los centroamericanos.

Sin embargo, México arrastra un pesado lastre: Desde 1994 siempre clasificó a octavos de final, pero en ninguna ocasión logró superar esa ronda.

De hecho, las mejores actuaciones de los mexicanos en citas del orbe ocurrieron en 1970 y 1986 -en ambas ocasiones en calidad de organizadores del torneo-, cuando alcanzaron la etapa de cuartos.

México no puede darse el lujo ni por un segundo de perder la fe; Brasil tiene la obligación de ganar, el deber de los grandes de salir a por la victoria desde el mismo pitazo inicial.

Los dos elencos vinieron a Rusia entre bombos y platillos, en ambos elencos se escuchaban cantos de sirena en torno al trono del campeonato.

El ganador de este duelo se medirá en cuartos al triunfador del choque Bélgica-Japón, en el que el combinado europeo, candidato legítimo al título, parece muy superior, al menos en los papeles.

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