Al sur

Biblioteca escolar, estímulo a la creatividad y el aprendizaje

Ubicadas generalmente en los centros de enseñanza, la biblioteca escolar es un complemento del sistema educacional cubano. Se sabe, facilita al estudiante las oportunidades necesarias para el aprendizaje, el enriquecimiento espiritual y la creatividad.

 

Las actividades que se organizan en ese ámbito se integran a los procesos pedagógicos en las escuelas, relacionándose con su entorno social y cultural. Permiten apoyar los niveles en cada enseñanza, activando los conocimientos en el alumnado.

 

Diferentes son las técnicas, también las estrategias utilizadas con el objetivo de estimular el hábito de lectura acorde a los contenidos de cada grado; así como otras acciones para conocer más sobre la historia local y nacional en las exposiciones de textos, concursos, competencias del saber, matutinos y vespertinos.

 

El juego es otra herramienta que conlleva a compartir ideas, descubrir el mundo interior de los libros y la información.

 

Marilú Guevara Mir, asesora del sistema de información  para la Educación en Santa Cruz del Sur, informó sobre el funcionamiento de 38 bibliotecas escolares en los sistemas de nivel primario, media básica, técnica profesional, enseñanza especial y seis en las zonas rurales. “Se recibe importante apoyo en textos del Centro de Documentación e Información Pedagógica (CDIP) y la biblioteca de la Sede Pedagógica”.

 

La Máster en Ciencias de la Educación, dijo se desarrollan concursos y talleres dirigidos a promover la lectura, donde el maestro es ente básico. “Hay otros eventos para los niños: Leer a Martí y Sabe más quien lee más; en ese último concurso obtuvieron  el primer y segundo lugar provincial, la secundaria básica Benito Viñales y el centro primario 8 de Octubre, ambos del poblado Haití, en esta localidad”.

 

Otro asunto a tener en cuenta es la aplicación sistemática de la resolución 186, la que acentúa el apoyo de los bibliotecarios escolares (63 en total) al proceso docente-educativo, desde  el programa director de la lengua materna y la historia. Contribuyendo a que cada plantel se convierta en el centro cultural más importante de la comunidad.

 

 

 

                                                           Servicio Solidario

 

Magalis Rodríguez González, lleva 19 años en la biblioteca de la primaria José Martí. Cada día contribuye con sus métodos educativos a preparar mejor a los estudiantes. “Las lecturas, narraciones, los juegos didácticos… forman valores en ellos. Se interesan por saber y conocer más”.

 

 

 

“Es una labor preciosa”, confiesa Claribel Álvarez Ortega, responsable de ese recinto en la escuela secundaria básica Camilo Cienfuegos. “Buscamos el mismo fin que el docente, la formación integral del educando. Lo conducimos al buen comportamiento, el amor a la patria, proteger la naturaleza, respetar su familia, el cuidado de los textos por ser patrimonio cultural”.

 

Martí insaciable lector, al hablar de la lectura le otorgó dos calificativos: sabrosa y útil, La consideraba un goce para ir levantando el alma con la armonía y grandeza del conocimiento.

 

La biblioteca aporta beneficios, pero le exige compromisos decididos a los educadores, bibliotecarios, estudiantes, padres y directivos. Todos deben aunar esfuerzos para impulsar el adecuado uso de la institución.

 

Sinaidi Núñez Molina, pionera José Martí, manifestó que tener hábito de lectura se lo debe a la bibliotecaria del plantel Carlos Manuel de Céspedes donde cursa el sexto grado. “He leído gran cantidad de libros, entre ellos La Edad de Oro. El apóstol da en esa obra muchas enseñanzas; las he sabido aprovechar”.

 

Buscar nuevos libros es afán cotidiano en Dianelis Toledo Torres educando del Preuniversitario Henry Reeve.  “Toda magnífica obra enriquece el intelecto. Yo amo los libros y siento mucho amor por la biblioteca, es un sitio donde se respira sabiduría”.

 

Son los bibliotecarios escolares las personas idóneas con plenos conocimientos para atender los distintos tipos de usuarios, expresándoles amabilidad, espíritu solidario y paciencia; capaz de despertar interés por los materiales informativos a fin de formar lectores. La vida se encargará de premiarlos.