Un peludo gracioso corre por las cumbres orientales cubanas

Un peludo gracioso corre por las cumbres orientales cubanasPara dicha del patrimonio natural cubano un peludo y simpático hocicudo de poco más de 50 centímetros de longitud, se escurre por las tupidas montañas del extremo nororiental del archipiélago, con graciosa rareza, salida al parecer de los interiores de una historia de encantamientos.
   
Su capacidad de camuflarse y huraña actitud lo han protegido del exterminio, para hacerlo disfrutar del exclusivo privilegio de resucitar de entre los extinguidos.
  
Se trata del Almiquí, mamífero insectívoro endémico de la Mayor de las Antillas, cuyo nombre científico es Solenodon cubanus.
  
Este animal, considerado entre los más extraños mamíferos del mundo, es un verdadero fósil viviente de hábitos nocturnos, de cuyos antepasados se han encontrado huesos que datan de hace 30 millones de años.
  
Como todas las especies de la familia Solenodóntidos, está en peligro de extinción y actualmente sólo se encuentra en las áreas más naturales de la Reserva de Biosfera Cuchillas del Toa, en el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa.
  
Uno de los santuarios de la especie es, en especial, el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, Sitio de Patrimonio Mundial de la Naturaleza que extiende sus más de 70 mil hectáreas terrestres entre las provincias de Holguín y Guantánamo.
  
Gerardo Begué Quiala, Máster en Ciencias Ecológicas, explicó a la AIN que la dieta de esta especie la conforman principalmente insectos del suelo, y se complementa con pequeñas ranas caracoles, miriápodos (mil pies), lombrices y larvas de otros artrópodos.
  
Este mamífero primitivo posee una saliva venenosa, usada para inmovilizar presas grandes. El segundo incisivo de cada lado de su mandíbula inferior tiene una ranura comunicada con una glándula tóxica, de donde proviene su nombre latino Solenodon, que significa diente surcado.
  
Begué, licenciado además en Biología y especialista del “Humboldt”, señaló que a través de evidencias de residuos fósiles se conoce que en otros tiempos el Almiquí pobló con su fecundidad y gracia toda la Isla.
  
Tras años de exterminio de sus hábitats hoy su existencia peligra y, aunque se asegura que la población actual se mantiene estable, está confinada,  y no es común encontrar ejemplares en el medio natural, destacó el experto.
  
Un grupo de animales invasores: el gato, perro y puerco jíbaros,  son considerados sus mayores depredadores, el control de los cuales ocupa y preocupa a los especialistas, interesados en la protección de este integrante de la fauna endémica cubana.
  
Pequeño,  escurridizo e inofensivo,  el almiquí se mueve en zigzag, y exhibe su pelaje espeso de color castaño oscuro (en algunas partes blanco-amarillento), mientras busca refugio en madrigueras excavadas en la tierra.
  
Un ejemplar fue capturado en septiembre del 2003 en una zona del Parque Alejandro de Humboldt y se le dio por nombre Alejandrito.
  
La familia de los Solenodóntidos es muy pequeña, está conformada por dos especies en todo el mundo: el Almiquí de la isla La Española (Solenodon paradoxus), que habita en Haití y República Dominicana, y el Solenodon cubanus, que solo vive en la Mayor de las Antillas.
  
Constituyen especies carismáticas que de diferentes formas han sido objeto de atención por organismos internacionales en favor de su protección, como es el caso del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que ha contribuido con financiamiento para su conservación en el extremo oriental de Cuba.   (AIN)