Diario español critica política de Obama hacia Latinoamérica

Diario español critica política de Obama hacia LatinoaméricaMadrid, 17 ago .- El diario español Público criticó hoy en duros términos la política aplicada hacia América Latina por el gobierno estadounidense de Barack Obama, en su medio año de administración.

Al hacer un balance de la gestión de Obama en política exterior, el matutino madrileño concluye que el actual inquilino de la Casa Blanca mantiene las mismas relaciones con Latinoamérica desarrolladas por su antecesor, George W. Bush.

Recuerda que cuatro meses después de la V Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, el gobernante no modificó ni un ápice la estrategia hacia la región, como prometió en aquella ocasión.

Obama aseguró entonces que los hechos demostrarían la nueva era de relaciones entre su país y América Latina, una época en la que la potencia norteña no trataría de dictar los términos, como había ocurrido en anteriores administraciones, subraya Público.

En su extenso artículo, intitulado Las palabras y los hechos de Obama en Latinoamérica, el importante cotidiano admite que en este medio año de presidencia demócrata, el mandatario estadounidense tiene ante sí demasiados frentes abiertos.

Entre ellos cita la lucha contra la crisis económica, la reforma sanitaria, el cambio energético hacia un modelo más ecológico y una política exterior que transcurre por otros meridianos del planeta.

Sin embargo, a juicio de Antonio Lafuente, autor de la nota, ninguno de esos problemas justifica que Obama ni siquiera haya cambiado embajadores en el continente, donde mayoritariamente mantiene a diplomáticos nombrados por Bush.

El exceso de trabajo es el argumento esgrimido para delegar su política hacia el área en su secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien mantiene buenas relaciones con representantes de los antiguos intereses en Latinoamérica, destaca Lafuente.

Esos eventos explican que, tras afirmar que América Latina dejaría de ser su histórico patio trasero, Washington mantiene los intereses nacionales de antaño a través de una "diplomacia suave", dijo a Público un experto del Institute for Policy Studies.

Entre esos intereses figura la conclusión de los tratados de libre comercio pendientes de firmar en la región (Panamá y Colombia), tal y como declaró el representante de Comercio estadounidense, Ron Kir, tras la Cumbre de las Américas.

Para el analista del citado instituto, esa tesis contradice las promesas de campaña de Obama de volver a negociar esos pactos, con el objetivo de que sirvieran a las necesidades de los pueblos y no a los estrechos intereses de las corporaciones.

El propio experto aseveró a Público que la Casa Blanca, a través de Hillary Clinton, retomó tanto la agenda de seguridad como la política comercial de Bush, mediante una iniciativa conocida como Caminos para la Prosperidad en las Américas.

Ese denominado Plan B de la fallida Área de Libre Comercio de las Américas pretende continuar con las reglas que rigen la economía liberal y socavar proyectos regionales alternativos como el ALBA y la UNASUR, denuncia el informante.

Para Lafuente, quizás los dos mejores termómetros con los que medir la política exterior de Obama en el continente son Honduras y Colombia.

En el primero, único país centroamericano en el que Washington tiene una base, Obama ha sido criticado por no respaldar con hechos su rechazo verbal al golpe de Estado contra el mandatario constitucional Manuel Zelaya.

Parece confundir el venerable e históricamente ajeno a Estados Unidos principio de no intervención, con la obligación y el derecho que tiene de cortar lazos comerciales, económicos y políticos con un Gobierno que él mismo reconoce como golpista, agrega.

En el caso de Colombia parece contradecirse, pues si no quiere ser el policía de la región no debería desembarcar allí, donde instalará siete bases militares, una decisión que levantó protestas y gran preocupación en toda la región, señala.

Para rematar, Lafuente manifiesta que otro termómetro útil para medir la política de Washington es Cuba, que sufre hace más de cinco décadas un férreo bloqueo económico y comercial por parte de la potencia norteña.

Obama apenas abolió algunas restricciones, una acción que tan sólo ha supuesto un retorno a la estrategia de William Clinton, concluye.(PL)