Economía

Cuando la crisis toca a la puerta

Como  una visitante indeseada, la crisis económica llega a la puerta de los cubanos y su presencia agudiza los problemas del día a día de la familia, causados por la persistencia del bloqueo norteamericano y los efectos negativos de los tres huracanes que azotaron al país en 2008.
   
La lista de afectaciones puede ser interminable, y en Ciego de Ávila, provincia del centro de la Isla, privilegiada en la producción de alimentos por sus fértiles tierras y un promisorio destino turístico, los ejemplos abundan.
 
Iliana Venegas Acosta, directora de Economía y Planificación en el territorio avileño, explica que hoy el territorio muestra un déficit alimentario significativo en el Consumo Social en productos que generalmente son importados, tales como arroz, granos y aceite.
   
Informa que de las 30 normas de consumo que existían en el país, solo no fueron afectadas siete que se aplican en la Salud Pública, círculos infantiles y deportistas.
   
El incremento del precio del petróleo en el mercado internacional y el uso de los biocombustibles por los países industrializados, llegó a triplicar el costo de los alimentos y obligó a buscar alternativas.
 
EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA
   
Mientras los más de 400 mil pobladores de Ciego de Ávila siguen pagando solo cinco centavos por el pan de la cuota, el Estado gasta 44 mil pesos en la elaboración de ese alimento para recaudar menos del 50 por ciento de la inversión.
   
La harina, que valía 360 dólares la tonelada, actualmente está a 700 dólares, lo que obliga a realizar enormes esfuerzos para mantener la entrega diaria de ese producto en la canasta familiar.
 
LA CRISIS SE PASEA
   
El Transporte tampoco escapa de los apuros y dentro de este el suburbano, pues a pesar de incorporar 10 guaguas al parque automotor, no alcanza a satisfacer los niveles necesarios por las roturas y escasez de piezas de repuesto para enfrentar los mantenimientos.
   
A Cuba se le dificulta la compra de bujías, cloche de los ómnibus KIA, zapatillas de freno, platino y carburador de los Girón VI, problemas a los que se unen las limitaciones del combustible.
   
Estos contratiempos impidieron realizar en el primer trimestre del año en curso más de tres mil 500 viajes urbanos.   
 
A MAL TIEMPO, MÁS ORGANIZACIÓN
 
Las inversiones constituyen en cualquier sociedad una fuente esencial para el desarrollo económico, sin embargo el impacto de la crisis mundial ha obligado a los cubanos a reducir el número de ellas.
   
Ciego de Ávila tenía aprobado para el actual año 200 millones de pesos, de los que solo se podrán ejecutar 68 millones y estarán dirigidos, fundamentalmente, a la Salud, Educación y producción de alimentos.
 
También se le dará preferencia a la terminación de mil 160 viviendas, cifra muy por debajo de lo que se venía construyendo, que incluyen las derrumbadas por los fenómenos meteorológicos del 2008.
   
Los avileños buscan respuesta a las principales necesidades de desarrollo con proyectos sustentables que requieran pocos recursos.       
   
Entre esas alternativas figura la siembra de unas mil 900 hectáreas de arroz popular de diferentes variedades de alto rendimiento y resistentes a plagas, con el método de trasplantes de posturas en hileras para que cada hectárea aporte cuatro toneladas o más del cereal.
   
También realizan la siembra escalonada de otras viandas para aprovechar al máximo los niveles de fertilizantes empleados en las plantaciones de la papa, y el cultivo semiprotegido para ofertar más vegetales durante los meses de verano.
   
Las iniciativas continúan abriéndose paso. No hay tiempo para el descanso, pues está claro que cuando se trabaja en colectivo, de forma organizada y solidaria, se vencen las dificultades, por insuperables que puedan parecer. (Por Lubia Ulloa Trujillo/Servicio Especial de la AIN)