El mejor homenaje a Martí en primaria rural santacruceña

Abono educacional es la enseñanza primaria donde crece lo más bello y honroso del mundo: la niñez. En otra escuela con sistema multígrado, la Braudilio Álvarez Zorzano, el perpetuo querer es una obra que ha echado semillas hacia el enaltecimiento verdadero. El plantel ubicado en el vecindario El Prado, del poblado Haití, en Santa Cruz del Sur, eleva en asta el flotar de la enseña nacional henchida del verso martiano.

Este plantel se integra al contexto signado por el perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación. “Aplicamos las transformaciones que enfrentan todos los centros del país, teniendo en cuenta las características de cada colegio. Trabajamos por lograr una formación ciudadana que tenga los valores humanos vitales”.

Lo anteriormente expuesto por Yamilet Suárez Villegas demostró su entereza ante magisterio que con enardecida potencia desarrolla. “Soy maestra porque doy la ternura copiosa que tanto bien le hace a los alumnos. Los siento como si fueran mis propios hijos”.

Ocho estudiantes reciben clases de primero a cuarto grado, y otros dos infantes están integrados al Programa Educa a tu Hijo. “En cada acto bueno, al decir del Apóstol, se encuentra la dignidad de la grandeza. A todos estos chiquilines los atiendo, sigo sus avances, no le quito el ojo a las dificultades en el aprendizaje para que se sientan seguros, porque el fin es que lleguen a ser independientes. Al existir confianza, seguridad, habrá, sin dudas, alegría”.

De cerca le sigue los pasos en la erradicación de las fallas ortográficas, a la vez que los impulsa a leer. “Quien no siente apego por la lectura no aprende…El saber vale más que la fuerza”, manifiesta sabia la Suárez.

Dos días a la semana son dedicados al Educa a tu Hijo, acentuando la actividad hacia los trazos, observar la naturaleza, hacer comparaciones, pronunciar correctamente, narrar cuentos o vivencias, entre otras.

Las caminatas, donde intervienen los mayorcitos, los solidariza. Cada curso escolar visitan el monumento erigido a los 11 rebeldes masacrados, de la Columna 11 Cándido González, en La Caobita. En ese sitio las fuerzas batistianas los ultimaron a balazos, tras capturarlos heridos.

Son estos escolares los protagonistas del presente y futuro. Con almas satisfechas acometerán el mañana llenos de expresiones nuevas. Sus alborotos despiden el perfume de las flores, esas que sus manos tiernas colocan animosas en el busto de quien cayó en combate glorificado por la luz.

“Soy muy martiana en la escuela y en la casa”, exterioriza espléndida Yailenis Labrada Lago. Asnieli Martínez Cabeza, quiere al crecer, forjarse en una necesaria tarea: “Convertirme en maestra, así podré dar muchas clases a todos los niños que quieran ser mis alumnos. Los llenaré de colores y juegos…”.

Dormeli La Rosa Peláez, confirma que leer La Edad de Oro lo ha ayudado “a ser un niño honesto y sincero. No soy ambicioso, hago bien al darle a otro niño algo que no tenga. Lo siento como una cosa del corazón”.

La profesora Xiomara los guía en las clases dedicadas a la Computación. “Tienen acceso a los múltiples Software Educativos, donde interactúan con las matemáticas, sobre todo en las numeraciones y cálculos; la ortografía y el Software titulado El más puro de nuestra raza, donde se aborda la vida y obra de José Martí. Nos empeñamos por incrementarles los conocimientos en cada clase, no hay mejor homenaje que ese”.

En la Braudilio Alvarez Zorzano hay una útil maravilla: el amor inspirado en el respeto. La fortaleza comunidad-escuela-familia endulza las responsabilidades, robustece los afanes venideros. (Raúl Reyes Rodríguez/ Radio Santa Cruz)