Discapacitada santacruceña manifiesta alegría de vivir en Cuba

La llegada al mundo de la bebé causó regocijo en la familia, después gran inquietud cuando la niña comenzó a crecer. “A los tres años los médicos detectaron que yo tenía una catarata congénita”, nos revela la joven santacruceña Erenia Hidalgo Cheón. Los especialistas deciden operarla en el Hospital Pediátrico de Camagüey y dos años después el mismo proceder se produjo en la institución Pando Ferrer, en La Habana.

No hay reflejos de autoestima baja en el rostro de la interlocutora, el excelente ánimo modela cada sonrisa para quien ya concluyó la carrera en el Politécnico de Economía Raúl Rodríguez Moreno en Santa Cruz del Sur. “Pude graduarme de elaboradora de alimentos… Modestia aparte, cocino excelente”.

Por ahora prefiere continuar otros estudios. Ya hizo matrícula en el Joven Club de Computación local, en breve comenzará a ampliar estos conocimientos, recibidos en el plantel del cual salió egresada.

Se convirtió en miembro de la ANCI (Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales) al transitar por la enseñanza especial en la escuela para este tipo de discapacidad, Antonio Suárez Domínguez, en la ciudad de Los Tinajones. “Aprendí a trabajar con el sistema Braille en una máquina de escribir. Cuando no recibía clases participaba en el taller de costura. Saber muchas cosas es conveniente, pues hay que pensar en la vida adulta”.

Cierta timidez se destacaba en la Hidalgo en años anteriores, nos había comentado el Presidente Municipal de la ANCI. Sin embargo al ocupar distintos cargos en la organización ha ido tomando cierto grado de madurez.

“Las obligaciones han contribuido en esto… ya hablo bastante, no me queda otra alternativa. Soy miembro del secretariado a este nivel y del Consejo Provincial, e incluso reserva de cuadro del presidente local y de la comisión de atención a los jóvenes en Camagüey “.

Sabe la importancia de la ANCI y cuánto deben de trabajar para fortalecer más sus estructuras y funcionamiento. “Tenemos el apoyo continuo del Partido, el Gobierno, y las organizaciones de masas. Ser ciego o débil visual en esta Revolución no conlleva al abandono, tenemos lo necesario para vivir; y a pesar de esta enfermedad sí podemos ser útiles, haciendo labores donde aportemos a la sociedad”.

Tuvo el privilegio de ser delegada al séptimo congreso de la ANCI en el mes de noviembre del 2013, y asistió a un evento nacional en Santiago de Cuba, recientemente, donde participaron miembros de las comisiones de atención a jóvenes, a la mujer ciega y de baja visión, y adulto mayor.

Ellos ejecutan actividades recreativas, culturales, patrióticas y deportivas, muchas de estas realizadas fuera de estos predios. Ya se organiza la competencia provincial de Damas, prevista para dentro de pocos días en el municipio Sibanicú, allí Erenia será una contrincante amistosa.

La miopía avanzada le ha causado baja visión, enfatizándose en el ojo derecho. Los especialistas han determinado colocarle lentes intraoculares para mejorarle la visibilidad. “Tengo siempre ganas de sonreir, porque analice usted cuántas atenciones médicas, y nunca me han dicho cuesta tanto… La alegría de vivir en Cuba tiene un único precio: ¡la felicidad!”. (Raúl Reyes Rodríguez/ Radio Santa Cruz)