Consejo de Seguridad: nuevos miembros y Siria en la mira

Consejo de Seguridad: nuevos miembros y Siria en la mira Naciones Unidas, 1 ene .- Argentina, Ruanda, Australia, Corea del Sur y Luxemburgo ingresaron hoy como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad con la vista puesta en las agudas crisis del momento, en particular en Siria y Medio Oriente.

Esos cinco países sustituyen a Colombia, Suráfrica, Alemania, India y Portugal, que concluyeron ayer sus mandatos de dos años.

Esta es la novena ocasión que Argentina integra el Consejo de Seguridad tras haberlo hecho antes en los bienios 1948-49, 1959-60, 1966-67, 1971-72, 1987-88, 1994-95, 1999-2000 y 2005-06.

Anteriormente Rwanda desempeñó el cargo en una oportunidad (1994-95), al igual que Corea del Sur (1996-97), mientras que Australia lo hizo cuatro veces (1946-47, 1956-57, 1973-74, 1985-86) y Luxemburgo lo hará por primera ocasión.

Ellos se sumaron ahora a Guatemala, Marruecos, Togo, Pakistán y Azerbaiyán, que concluyen su mandato a finales de 2013, y a Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China, los cinco miembros permanentes que tienen el privilegio a veto.

Con el comienzo enero, la presidencia del Consejo de Seguridad pasó a manos de Pakistán, a través de su representante permanente ante la ONU, Masood Khan, quien expresó su disposición a forjar consenso y establecer puentes para superar las diferencias.

Durante el mes, está prevista la participación, por separado, del primer ministro pakistaní, Raja Perez Musharraf, y su ministra de Relaciones Exteriores, Hina Rabbani Khar, en sendas sesiones dedicadas a las fuerzas de paz y la lucha contra el terrorismo.

El órgano encargado de la paz y la seguridad internacionales llega al 2013 con una agenda cargada de agudos conflictos, entre ellos la situación en Siria, envuelta ahora en un renovado impulso de gestiones mediadoras. En ese sentido destacan las recientes acciones del enviado especial de la ONU para ese país árabe, Lakhdar Brahim, para elaborar un plan que conduzca al cese de la violencia y el inicio de un proceso de transición política con participación del gobierno y la oposición.

El emisario dijo la semana pasada que ese camino debe conducir al establecimiento de un gabinete de transición "con plenos poderes ejecutivos" hasta la celebración de elecciones, presidenciales o parlamentarias, en dependencia del sistema que sea acordado

Poco después, Brahimi anunció que ya cuenta con una iniciativa que consideró aceptable para la comunidad internacional, diseñada sobre la base del comunicado emitido en junio pasado en Ginebra por el llamado Grupo de Acción para Siria.

Y en ese punto es donde el Consejo de Seguridad tendrá que adoptar decisiones clave, como el eventual envío de una fuerza de observación o de mantenimiento de la paz y otros acuerdos de obligatorio cumplimiento. Por otro lado, el nuevo año llega con el largo lastre de la crisis en el Medio Oriente, el recrudecimiento de los incumplimientos de Israel de innumerables resoluciones de la ONU y el creciente peso del Estado Palestino dentro de la organización mundial.

La situación aparece ahora más complicada con la insistente política de Tel Aviv de aumentar de manera notable la construcción de asentamientos de colonos israelíes en los territorios palestinos ocupados, en especial en Jerusalén Oriental.

Esa práctica recibió un fuerte impulso como represalia frente al acuerdo de la Asamblea General de otorgarle en noviembre pasado el estatus de observador al Estado Palestino, un reconocimiento implícito a esa entidad dentro del sistema de la ONU.

La respuesta israelí alejó aún más la posibilidad de reanudar las negociaciones de paz en la región, paralizadas desde octubre de 2010, precisamente por la decisión de Tel Aviv de proseguir la edificación de asentamientos.

Sin embargo, al comenzar 2013 y luego de dos años de estancamiento, el Consejo de Seguridad permanece sin adoptar acciones que fuercen a Israel a detener esa política. (PL)