Nuevas áreas protegidas amplían patrimonio natural en Cuba

Pinar del Río, Cuba, 19 dic. – Llamada Catedral del paisaje cubano, esta occidental provincia abriga a tres nuevas áreas protegidas, caracterizadas por su biodiversidad y la conservación de los ecosistemas locales, sentenciaron hoy expertos.

Se trata del banco de San Antonio, elemento natural destacado por el espectáculo de sus arrecifes coralinos y un entorno privilegiado, así como el refugio de fauna ciénaga de Lugones, reservorio de aves y especies acuáticas, explicó a Prensa Latina Martha Rosa Acosta, especialista de la Unidad Provincial de Medio Ambiente.

Ambos sitios pertenecen a la península de Guanahacabibes, Reserva de la Biosfera, donde habitan más de 400 especies de pájaros, reptiles, mamíferos y anfibios, con un alto porcentaje de endemismo.

Con la zona forestal más grande del país, la región posee más de 300 variedades de plantas superiores, 15 de ellas exclusivas de la apartada localidad, que marca el límite oeste del archipiélago.

En el caso del Banco de San Antonio se tuvo en cuenta su elevación de arena desde el fondo del mar, punto de confluencia de una gran comunidad de peces, precisaron investigadores del Parque Nacional radicado en ese conocido escenario.

El tercer paraje amparado por la declaratoria de área protegida es Los Pretiles, con espacios terrestres y marinos de alta significación, añadió Acosta.

Distante 140 kilómetros al oeste de La Habana, Pinar del Río abriga también al valle de Viñales, distinguido como Patrimonio Natural de la Humanidad, por la armonía hombre-naturaleza y la preservación de tradiciones agrarias y artísticas.

El poblado circundante ostenta igual reconocimiento como resultado de la perdurabilidad de su arquitectura vernácula, en la cual predominan las casas cubiertas con tejas criollas, hechas de barro cocido.

En ese territorio serrano crece la palma corcho, fósil viviente que data del período jurásico, al igual que las rocas halladas en la base de los mogotes del valle de Viñales, admirados por viajeros de todos los continentes.

Más de una treintena de lugares de esta demarcación, entre los que figuran además Mil Cumbres y los Cayos de San Felipe, son amparados por programas conservacionistas.(PL)