Sol bueno y mar de espuma despidieron verano santacruceño (+ Fotos)
La imprescindible presencia de trabajadores de la Empresa de Comercio y Gastronomía, Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA), y hombres y mujeres del sector cuentapropista, permitió ofrecer un servicio de calidad a los vacacionistas y su familia, en el “Verano por más”, del balneario Las Brisas de Santa Cruz del Sur, área donde este sábado se despidió la etapa estival con sol bueno y mar de espuma.
El esfuerzo constante contribuyó a mantener las medidas higiénico-sanitarias para bien de la salud de todos, gracias al apoyo de inspectores de la esfera de la Salud Pública y de la Dirección Municipal de Supervisión.
Las actividades de esta fiesta, que se extendieron durante dos meses, estuvieron encabezadas además, por los Promotores Culturales, el Movimiento de Aficionados, Instructores de Arte de la Brigada José Martí, técnicos del INDER (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación) y los profesores de Educación Física. Ellos esparcieron la cultura, el deporte y la recreación sana por los 11 Consejos Populares del municipio.
En el cierre de esta temporada se presentó una exposición de más de 20 platos salados y dulces, por los colectivos de 12 unidades gastronómicas, resultando ganadora La Feria, al exhibir un exquisito arroz imperial, rebosado con camarón y mayonesa.
Otros espectadores, en el interior de un fresco ranchón, elogiaron las manifestaciones culturales: canto y danza, ofrecidas gustosamente por aficionados e instructores de arte.
Desde el balneario santacruceño el astro solar hizo un guiño cariñoso al juguetón oleaje, una señal engalanada de entusiasmo, pues otro período de inmenso valor está por comenzar: el curso escolar 2012-2013. El lunes tres de septiembre el gallito cantador despertará temprano a infantes, adolescentes y jóvenes. Todos inundarán de alegría las escuelas.
Un verano de todos
Yusleidis Guerra Rodríguez, vino en un ómnibus desde Camagüey, “a pasar unas horas de esparcimiento con mi hijo Hanoi y mis sobrinitas Melani y Melodi Rodríguez Balibrea. He estado por acá varias veces… incluso hasta en los carnavales. Este es un poblado apacible… me gusta venir aquí cada vez que puedo”.
“El lunes ya empiezo el tercer grado”- dice Melani. “Tengo inmensos deseos que comience el curso porque me gusta estudiar. Me he divertido bastante, tengo por supuesto, mil cosas para contarle a mis compañeritos”.
Hanoi Reyes Guerra confiesa que las vacaciones le han durado cantidad, “no puedo quejarme. El lunes antes de las ocho de la mañana iré para la escuela donde curso estudios, se llama José Antonio Echeverría, y queda en el Reparto Torre Blanca”.
“Aquí no tengo miedo porque no hay tiburones, seguro aparece un delfín y me enseña a nadar”, manifiesta la pequeña Melodi, quien ya está a punto de iniciarse en las tareas propias del Programa Educa a tu Hijo. “Dice mi mamá que voy a aprender muchísimas cosas…”
Da gusto conversar con Yoania Cardoso Reitor, dependienta del merendero Las Brisas, quien no pierde la sonrisa cada vez que atiende las peticiones de un consumidor, “porque es nuestro deber atender bien al pueblo y ofrecer un óptimo servicio, sin olvidarnos de mantener la higiene en los alimentos y utensilios que empleamos”.
La venta del refrescante pru oriental, no se detiene. Ariel Yoán González Almarales como cuentapropista está convencido “de que la calidad no se puede apartar del producto. Somos responsables también de la salud de la población. De esta bebida, envasadas en botellas, toman personas de distintas edades. Cuando llego a la casa las botellas las lavo bien con detergente y cloro; incluso el triciclo tiene su limpieza incluida. No cuesta nada cumplir lo indicado”.
Arnaldo Ávalo Batista, Jefe del Grupo de Inspección, perteneciente a la Dirección Municipal Integral de Supervisión ha estado atento al desarrollo de la etapa estival. “Estamos pendientes -indicó- que todas las unidades tengan completas sus ofertas; el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias; la calidad de cada alimento; los precios puestos en las tabillas tienen que ser los vigentes, para que no exista afectación en la economía ni para el consumidor, además tienen que adquirir el producto con el peso establecido”.
“He venido como nueve veces a bañarme a la playa”, refiere David Javier Álvarez Hidalgo, “porque he empleado el tiempo de vacaciones, también, en jugar fútbol y pelota… Mi uniforme ya está planchadito en el escaparate. Ya me enteré que el aula donde voy a cursar el tercer grado, de la escuela Fabricio Ojeda, está bien limpiecita y linda. El lunes mami y papi no van a tener que despertarme… el domingo me voy a acostar después de la Calabacita”.
El aire de mar le favorece a Amalia Menéndez Sotomayor, quien se hace acompañar por su nieta mayor. “Me falta una pierna, por lo que me tienen que trasladar en la silla de ruedas como un kilómetro. No tengo quejas, tanto mi hija como mi nieta me complacen en traerme al balneario; me recuerda mucho mi infancia y la juventud. Aunque no puedo tirarme al agua, sí disfruto desde la orilla”.
Casi siempre al final del verano, “prácticamente el último día, es que vengo con mi familia a la playa de Santa Cruz”, plantea María del Rosario Acosta Córdova, trabajadora del mercado agropecuario Jatibonico, de Camaguey. “Acordamos venir más a menudo en el venidero año, para aprovechar más este grandioso período. Nos gusta viajar hasta acá… el servicio gastronómico es bueno y la gente agradable”. (Radio Santa Cruz)
