Un ruido injustificado

Un ruido injustificadoEl ruido del ambiente moderno causa en muchas personas malestares como cefalea e irritabilidad, de acuerdo con encuestas a pobladores de zonas céntricas, refieren especialistas de la ciudad de Pinar del Río.
   
Para el 90 por ciento de los entrevistados, los más irritantes son los originados por el transporte automotriz, el alto volumen de los equipos e instrumentos musicales, sirenas, alarmas y martillos, aunque pocas personas los califican de hostiles a la salud.
   
La investigación, promovida por la Facultad de Ciencias Médicas, fundamentalmente, analizó la cotidianeidad ciudadana en un centro docente del nivel secundario, cercano a la Casa de la Música, y a una cafetería, con potente módulo de audio.   
    
En cumplimiento de sus recomendaciones, la instalación cultura trasladó los ensayos a un horario extraescolar, mientras el centro gastronómico atenuó la música a un nivel aceptable, medidas contribuidoras a la tranquilidad del sitio y al mejor aprovechamiento docente.
   
A pesar de regulaciones gubernamentales, como la prohibición del uso del claxon en las áreas urbanas y la utilización de medios de protección en el ámbito laboral, los encuestados plantearon otras iniciativas para atenuarlos.
   
Una de ellas es la necesidad de la colaboración comunitaria para enfrentar la situación, mediante un papel más activo de los Comités de Defensa de la Revolución y de la  Policía Nacional Revolucionaria, entre otros factores.
   
Expertos en la materia definen el ruido como todo aquel sonido desagradable o indeseado, producido por la asociación más o menos rápida de ondas sonoras de percepción molesta, vibraciones irregulares o impulsos confusos, capaces de incomodar a los receptores.
   
Si bien en opinión de los grupos interrogados no provoca males, se ha comprobado que  la exposición prolongada a ese fenómeno ocasiona serios daños auditivos que pueden afectar otros sistemas, como el respiratorio y el cardiovascular.
   
Muchos autores atribuyen al  daño acústico un tributo que debe pagar la raza humana, debido al progreso tecnológico.
   
Sin embargo como problema de salud requiere mayor prioridad, sobre todo en cuanto a la formación de una cultura ciudadana de mayor respeto, sostienen tratados médicos.(AIN)