Bloqueo yanqui contra Cuba: el cuartico está igualito

Bloqueo yanqui contra Cuba: el cuartico está igualitoEn medio de las especulaciones generadas por el aplazamiento de la discusión en el Congreso de Estados Unidos del proyecto de Ley de Reforma de Viaje y Aumento de Exportaciones, lo único claro es que el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por  Estados Unidos a Cuba desde 1962, sigue tan vigente como el primer día.
  
El criminal asedio del gigante del Norte contra la pequeña isla caribeña desde hace 48 años, es de los temas más sensibles y escabrosos en las difíciles relaciones entre Cuba y EE.UU.
  
Esta medida, aplicada oficialmente por la administración del presidente norteamericano John F. Kennedy (existían antecedentes desde 1959) ha cobrado su tenebrosa cuota: siete de cada 10 cubanos han padecido en carne propia la perenne amenaza que representa el intento de cercar e imponer el hambre a un pueblo entero.
  
Cuando muchos pensaron que la discusión congresional del proyecto de ley HR 4645 era un hecho, después de ser aprobado el pasado 30 de junio en el Comité de Agricultura de la Cámara baja, el anuncio de la posposición indefinida de la votación, hecho por el demócrata Howard Berman, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., generó múltiples especulaciones.
  
Esta propuesta legislativa bipartidista, auspiciada por el congresista Collin Peterson, demócrata por Minnesota, busca ampliar los viajes y las ventas agrícolas a Cuba, en lo que sería el primer paso hacia la flexibilización del bloqueo. Sin embargo, para convertirse en ley, tiene que ser aprobada en ambas Cámaras del Congreso.
  
Los intereses contra la propuesta legislativa han caldeado el ambiente de manera tal, que hasta los argumentos ofrecidos por Berman para cancelar la discusión de la ley, son poco creíbles.
  
No es un secreto que el U.S.-Cuba Democracy Public Action Committee (PAC), grupo del lobby anticubano en Washington, ha estado moviendo con ligereza sus chequeras para tratar de paralizar cualquier intento de “suavizar” las medidas restrictivas contra Cuba.
  
Según el weblog Along the Malecon, el mismísimo Howard Berman recibió  siete mil dólares como “contribuciones” del PAC, organización que en su afán de ver recrudecer las medidas asfixiantes contra Cuba, aportó más de 380 mil dólares a los bolsillos de los legisladores federales en lo que va de año.
  
Por otro lado, llama poderosamente la atención la petición al presidente norteamericano hecha por Ileana Ros-Lethinen, Lincoln y Mario Díaz Balart, congresistas republicanos por la Florida, y Robert “Bob” Menéndez y Albio Sires, demócratas de New Jersey –todos de origen cubano–  solicitándole que “no suavice las restricciones en vigor para viajar a Cuba”.
  
A esto se une el llamado realizado por más de 40 grupúsculos contrarrevolucionarios acantonados en Miami, los cuales exigieron a la Casa Blanca que “revise su política exterior hacia Cuba y no haga concesiones de ninguna clase”.
  
Félix Rodríguez Mendigutía, conocido agente de la Agencia Central de Inteligencia y quien carga en su conciencia el asesinato del Comandante Ernesto Ché Guevara, encabezó, junto a Cary Roque, otra terrorista que no se espanta de besar públicamente al asesino Luis Posada Carriles, la lista de firmantes que piden al Ejecutivo estadounidense: “hay que intercambiar ideas en Washington para que no ordenen una apertura a Cuba sin que realmente lo amerite'.
  
Según análisis preliminar del sitio digital Progreso Semanal, la posposición de la votación pudo estar justificada por la falta de votos necesarios y por las importantes sumas de dinero que la contrarrevolución cubana hizo correr por los pasillos del Congreso. Todo está por ver  de aquí a las elecciones de noviembre.
  
En cuestiones del bloqueo criminal contra Cuba, el cuartito está igualito, como dice el viejo bolero del boricua Daniel Santos. Y del lado de acá del Mar Caribe, los cubanos siguen resistiendo con la frente en alto y sin doblar las rodillas. (Por Miguel Fernández Martínez, AIN)