Zapatero expone ante el FMI su controvertida reforma laboral
Madrid, 14 sep .- El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó ante el FMI su controvertida reforma laboral como un instrumento para combatir la alta tasa de desempleo, lo contrario de lo que piensan los sindicatos.
Zapatero defendió este lunes en Oslo, capital de Noruega, las transformaciones impulsadas por su ejecutivo en el mercado de trabajo, convalidadas la semana pasada por el Congreso de los Diputados (Cámara baja).
El jefe del ejecutivo ibérico expuso sus puntos de vista en una conferencia bajo el lema Los retos del crecimiento, el empleo y la cohesión social, organizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En Oslo, el también líder del Partido Socialista Obrero Español intentó demostrar que su reforma reducirá la precariedad laboral y contribuirá a la creación de empleo en España, que ostenta la tasa de paro más alta de la Unión Europea (UE), con 4,6 millones de desocupados.
En una reciente entrevista con la Cadena Ser, Zapatero negó haber traicionado sus principios con la aprobación de esa propuesta, como denunciaron los dos principales sindicatos españoles por afiliación.
Entonces afirmó que respeta la decisión de Comisiones Obreras (CC.OO.) y de la Unión General de Trabajadores (UGT) de convocar para el próximo día 29 una huelga general en contra de las modificaciones realizadas en el mercado de trabajo.
La cámara baja dio luz verde el pasado jueves a la denominada Ley de Medidas Urgentes de Reforma del Mercado de Trabajo, la cual, entre otros objetivos, generaliza un convenio por tiempo indefinido con menor indemnización por despido y limita el recurso a contratos temporales.
La propuesta, decretada por el Palacio de la Moncloa (sede del poder central) a mediados de junio último, introduce más flexibilidad horaria en las empresas y facilita el despido por razones económicas.
Uno de los aspectos más polémicos de la flamante legislación es el que establece que las empresas podrán rescindir contratos con 20 días de indemnización por año trabajado no sólo cuando tengan pérdidas sino también cuando prevean tenerlas.
Para el sindicalismo, las transformaciones impulsadas por la Moncloa, bajo la presión del FMI, son regresivas y no generarán confianza en la economía española.
Tanto la UGT como CC.OO. coincidieron en que la iniciativa lesiona los derechos de los trabajadores y dificultará la creación de empleo.
A juicio de ambas organizaciones, se trata de la reforma laboral más inoportuna, injusta y lesiva de la historia de la democracia española.
Zapatero aprovechó su intervención en la conferencia de Oslo para explicar, además, los recortes en el gasto aplicados por su gobierno para reducir el déficit público y cumplir así con el plan de estabilidad fiscal de la UE.(PL)
