Hombres y mujeres del mañana llaman a la paz

Hombres y mujeres del mañana llaman a la pazCon el deseo inmenso de que haya paz por siempre en la tierra, abrieron las aulas santacruceñas este septiembre. Educadores, padres y estudiantes se juntaron en todas las escuelas para disfrutar este comienzo inolvidable. Serán 9 meses dedicados en cada aula a la formación integral de estos hombres y mujeres del mañana, necesarios para la Patria.

Los interiores y exteriores de los colegios se repletaron de un gran bullicio, acicalado de risueño agrado. Resultó la mejor fiesta del mundo, en esos palacios donde se aprende a amar los libros, la lectura, a querer a los maestros, a apoyar la solidaridad y a desarrollar mejores valores.

Transformaciones necesarias se han venido sucediendo en el sector de la Educación. Saludables cambios para bien de la enseñanza, maestros y educandos. Este nuevo calendario docente educativo estará respaldado por la calidad y eficiencia profesional, mucha exigencia y de seguro, resultados positivos muy superiores al anterior.

“Este curso para nuestro plantel se traduce en metas, aspiraciones y objetivos concretos”, dijo al intervenir Elvia Yuliet Pérez Freire, directora de la escuela primaria José Martí, colectivo que mereció un certificado de reconocimiento a nombre del sindicato de la Educación en la localidad.

“Realizaremos una ardua preparación política e ideológica con los docentes y alumnos, en aras de fomentar la formación de valores. A través de las clases se consolidará el aprendizaje de la lengua materna, convertiremos los planteles en la institución más importante de la comunidad, fortaleciendo la relación hogar-escuela”, afirmó.

También se estimuló moralmente al atleta Yordan O’Farril Olivera, quien ocupó el quinto lugar en los juegos olímpicos juveniles, en la modalidad de atletismo 110 metros con vallas.

Declamaciones, teatro y danzas estrecharon sus lazos armoniosos. Los pioneros consolidaron palabras y movimientos culturales, dándole de esa manera las gracias a esta Revolución por entregarles el nutriente más maravilloso: el pan de la enseñanza.

Santiago Santacruz
Cortesía para Radio Santa Cruz