En Santa Cruz del Sur despiden en familia el 2018

Días antes de fenecer el último día del año viejo en la mayoría de los portales de las viviendas de esta localidad, los lugareños volvieron a colocar muñecos ataviados con vestuarios en desusos ironizando así, de la mejor manera, el cierre del 2018, etapa en la que en lo particular y colectivo se cumplieron objetivos de distintos tipos acrecentando el optimismo de cada cubano.

Aunque duros sean los tiempos, familia, fe, costumbres y tradiciones mantienen la consolidada consistencia heredada de los predecesores. Estos eslabones espirituales ligados al torrente vital de los valores humanos engrandecen la sociedad socialista en construcción sistemática.

El 31 de diciembre amaneció impregnado de los conocidos chillidos de dolor de los cerdos atravesados por las dagas destinadas a tan criollo fin. Las alegres energías se juntaron para preparar las morcillas y cocinar la gandinga guarnecida de yuca en los informales almuerzos.

Mientras los duchos en la emocionante usanza colocaron los cerdos en las varas para el dispuesto asado.  Otros prefirieron guisar las mejores partes de los lechones en rústicos hornos o llevarlas a la panadería más cercana.

A la medianoche de la última jornada del añejo calendario los lugareños se besaron y felicitaron por la llegada al 2019 con salud y libertad plenas.

Las  mesas se alargaron para cenar  en familia como es costumbre por esta fecha. Brindis y más brindis se elevaron festivos en unidad indisoluble con los máximos dirigentes de la Revolución Cubana y el pensamiento de Fidel.

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