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En Chile una semana por la memoria y contra el olvido

Santiago de Chile, 14 sep.- La semana que finaliza retrotrajo a Chile al 11 de septiembre de 1973, cuando un golpe de Estado acabó con las esperanzas de quienes vieron en la Unidad Popular la posibilidad de una vida mejor.

 

Aunque desde el gobierno se dijo que no habría acto oficial (por primera vez desde la vuelta a la democracia) y que el ministro del Interior Andrés Chadwick expresara que la fecha era ‘un día más de trabajo’, la conmemoración no fue pasada por alto por millones de ciudadanos.

Los homenajes a las víctimas de la dictadura comenzaron desde el domingo 8, cuando miles de personas marcharon por las calles de Santiago en romería hasta el Cementerio General llevando fotos de los asesinados y desaparecidos y con la consigna ‘La impunidad de ayer es la causa de las injusticias de hoy’.

El 11, también miles de chilenos recordaron el aniversario y en especial al presidente socialista Salvador Allende, cuyo monumento a un costado del palacio de La Moneda se cubrió de flores de organizaciones sociales, de derechos humanos, familiares de víctimas de la dictadura, sindicatos, partidos políticos y de diputados, senadores y simples ciudadanos.

Invariablemente, las peregrinaciones se repitieron primero hasta la puerta de la calle Morandé 80, por donde cada día Allende accedía a sus oficinas en el palacio de Gobierno, para finalizar ante el monumento en la Plaza de la Constitución.

En declaraciones a Prensa Latina, Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, aseguro que ‘Chile se encuentra en un momento decisivo de su historia, en el cual avanzamos hacia la justicia y la verdad o se materializa la impunidad’.

Este gobierno, dijo, ‘es el más fiel reflejo de la dictadura cívico militar, porque no hay verdad, no hay justicia, la pregunta dónde están los desaparecidos sigue sin respuestas, y se gobierna bajo la misma constitución establecida por Augusto Pinochet’.

Inesperadamente, y al parecer apremiado por tan amplia movilización, el presidente Sebastián Piñera, en una breve alocución desde La Moneda, lanzó un mensaje que, más que recordación, fue un llamado a dar vuelta a la página.

Para el mandatario, el 11 de septiembre de 1973 se produjo ‘el término de la Unidad Popular, que había conducido a Chile a una crisis sin precedentes de carácter político, económico y social, y se inició el régimen militar, con todas sus secuelas de graves, reiteradas e inaceptables violaciones a los Derechos Humanos’.

Asimismo llamó a la unidad nacional porque ‘no tenemos derecho a legarles a nuestros hijos los mismos odios y divisiones que tanto daño causaron en el pasado’.

Fisuras que continúan, pues tanto en la Cámara de diputados como en el Senado se rindió un minuto de silencio en recordación de las víctimas, pero la mayoría de los congresistas de la bancada de gobierno se restaron de ambos homenajes.

Incluso ese día, al igual que respaldó el golpe militar hace 46 años, el diario El Mercurio publicó una nota firmada por defensores de la dictadura justificando la asonada militar, porque ‘si no hubiera sido por Pinochet, Chile hoy sería igual que Venezuela’.

La publicación provocó tal rechazo, que por primera vez en la historia del diario, 70 de sus trabajadores se plantaron frente al edificio expresando su inconformidad con el texto, mientras que la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos anunció acciones judiciales contra el rotativo por apología al terrorismo.

Así, esta semana evidenció que las profundas heridas que la asonada fascista abrió en la sociedad chilena aún no se cierran, y mientras muchos siguen buscando la verdad y la justicia para miles de víctimas, otros intentan no recordar, o peor aún, justificar y enaltecer las atrocidades de la dictadura cívico-militar. (Prensa Latina)