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Derribo de avión ruso en Siria genera tensiones entre Moscú y Turquía

Moscú, 25 nov .- A pesar de que Rusia y algunos países occidentales lograron acercar posiciones para combatir al Estado Islámico en Siria tras los atentados en París, el derribo este martes de un avión ruso Su-24 por Turquía, miembro de la OTAN, genera tensiones en un ambiente de por sí caldeado.

El Ministerio de Defensa ruso aseguró que el avión Su-24 de las Fuerzas Aeroespaciales de­rribado por fuerzas turcas mientras cumplía mi­siones de ataque contra terroristas se mantuvo todo el tiempo volando dentro del territorio de Siria.

La aeronave fue derribada en un área conocida como Montaña Turcomana en la región de Latakia.
Sobre la base de los datos de los equipos de vigilancia radioelectrónica, la nota del servicio de prensa de la cartera de Defensa ruso afirmó que la nave se encontraba a seis mil metros de altura y en el espacio aéreo sirio, informó Pren­sa Latina.

La fuente considera que un disparo tierra-aire derribó a la nave de combate , aunque añadió que se investigan todas las circunstancias del incidente y el destino de los pilotos, quienes al parecer pudieron catapultarse.

Mientras, imágenes de la Agencia Anadolu de Turquía mostraron a los dos pilotos de la ae­ronave eyectarse en paracaídas antes de que se estrellara.

Existen varias versiones sobre la situación de los pilotos. De acuerdo con la información suministrada por el Estado Mayor ruso, uno de los pilotos del avión falleció en el aire. Sin em­bargo, un jefe militar turcomano que lucha en territorio sirio afirmó que mataron a los dos pilotos de la nave derribada, cuando estos descendían en paracaídas tras conseguir abandonar la nave atacada.

Por su parte, portavoces militares turcos sostienen la tesis de que el Su-24 violó las fronteras de Turquía con Siria.

La fuerza aérea turca reportó “el derribo de un avión militar no identificado” después que, según Ankara, advirtiera al avión en diez oca­siones en el lapso de cinco minutos sobre la violación del espacio aéreo de ese país, señaló Reuters.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el avión fue atacado cuando estaba un kilómetro dentro de Siria y advirtió que el acto tendrá “graves consecuencias”.

Durante una reunión con el rey de Jordania, Abdallá II, el mandatario subrayó que el incidente guarda relación con los golpes que las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia propinan al Estado Is­lámico (EI) y a otras agrupaciones terroristas.

Putin señaló que Moscú siempre ha mantenido relaciones de amistad con Turquía y de­plo­ró que en lugar de establecer contacto con los colegas rusos, inmediatamente después del ataque contra el avión que combatía al terrorismo en Siria, Ankara se puso en contacto con la OTAN.
Ambos países convocaron a sus representantes diplomáticos en Rusia y Turquía y la OTAN citó a sus embajadores para el mediodía del martes.

Desde Ankara, el presidente de Turquía, Re­cep Tayyip Erdogan, encabezó este martes un consejo de seguridad para abordar la situación.

Mientras, la OTAN mantuvo una reunión extraordinaria con el fin de obtener información de primera mano sobre el derribo del avión ruso por Turquía.
Según confirmó a la agencia DPA un portavoz del organismo, la Alianza está siguiendo la situación de cerca.

Por otra parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, abogó por el esclarecimiento de lo sucedido y llamó a evitar que las tensiones escalen como resultado del incidente.

Según su portavoz, Stephane Dujarric, el Se­cretario General considera preocupante lo ocurrido en la frontera con Siria y destaca la im­portancia de que las averiguaciones derivadas de una creíble y completa revisión del evento lleven a evitar su repetición.

De acuerdo con Ki-moon, el incidente de­muestra la importancia de la unidad y la cooperación internacionales para combatir el terrorismo así como de encontrarle una solución al conflicto sirio.

También reiteró su convocatoria a todos los países que ejecutan acciones militares para de­rrotar al EI a tomar medidas operacionales para prevenir bajas civiles.

Anteriormente, el presidente del Consejo de Seguridad en noviembre, el embajador británico, Matthew Rycroft, dijo estar listo para convocar a una reunión de emergencia.