[:es]Cuba jamás rompió relaciones con el pueblo de Estados Unidos (+Audio)[:]

[:es]

El 3 de enero de 1961, cuando apenas faltaban tres semanas para que se produjera el cambio presidencial en Estados Unidos, el gobierno del presidente Eisenhower dio a conocer la ruptura de las relaciones diplomáticas de su país con Cuba.

En horas de la noche del 4 de enero, el Consejo de Ministros de la Isla vecina acordó declarar en La Habana:

“Que la responsabilidad de la ruptura entre Estados Unidos y Cuba, recae por entero sobre la administración del presidente Eisenhower, que primero produjo el deterioro de esas relaciones con su política agresiva e inamistosa hacia nuestro país y dando por último este paso a solo tres semanas de expirar su mandato sin fundamento ni justificación alguna(…)”

“El pueblo de Cuba considera rotas sus relaciones con el go¬bierno de los Estados Unidos, pero no con el pueblo de los Es¬tados Unidos, y esperamos que esas relaciones algún día vuel¬van a restablecerse oficialmente, cuando los gobernantes de los Estados Unidos comprendan, al fin, que sobre bases de respeto a sus derechos soberanos, sus intereses legítimos y dignidad nacional, es posible mantener relaciones sinceras y amistosas con el pueblo de Cuba”.

A partir de ese momento se agudizó el diferendo Cuba-Estados Unidos, que incluyó una lista interminable de agresiones contra esta pequeña Isla.

El 17 de diciembre de 2014 los Presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama anunciaron la decisión de iniciar un proceso para el restablecimiento de relaciones diplomáticas

Sin embargo, Cuba jamás rompió sus vínculos con el pueblo estadounidense. Por ello, cuando los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron el 17 de diciembre de 2014 que ambos gobiernos intentarían dejar atrás medio siglo de confrontación y buscarían una relación bilateral civilizada; en Estados Unidos crecieron las opiniones a favor de un acercamiento.

Pero, desde el inicio de la aproximación entre los dos países, bajo la administración Obama, Cuba dejó claro que jamás aceptaría condicionamientos.

Durante décadas, la Revolución, sus líderes y el pueblo han demostrado en numerosas ocasiones que la nación no está dispuesta a traicionar los principios y valores en los que cree firmemente; ni el sacrificio compartido por millones de personas desde el inicio de sus gestas independentistas hasta la actualidad.

Bandera cubana que fue arriada el 3 de enero de 1961 cuando la Casa Blanca cortó sus nexos con La Habana

Puede escuchar y descargar aquí la propuesta radial directamente desde nuestro canal en iVoox:

Así llegamos al histórico 20 de julio de 2015, cuando por primera vez en más de medio siglo se escucharon en Washington las notas del Himno de Bayamo y se izó la bandera de la estrella solitaria para dejar oficialmente reinaugurada la embajada cubana en los Estados Unidos, así como el restablecimiento de los nexos diplomáticos entre los dos países.

Los participantes en este hecho trascendental fuimos testigos de una escena que entrañó profundo simbolismo. En el segundo piso del interior del edificio en la capital estadounidense, se expuso la misma bandera cubana que fue arriada el 3 de enero de 1961 cuando la Casa Blanca cortó sus nexos con La Habana.

Eusebio Leal relata la historia de la bandera, a propósito de la apertura de la embajada el 20 de julio de 2015, en Washington

El destacado intelectual Eusebio Leal contó a la prensa la historia de la bandera, situada en el salón principal de la planta superior de la hermosa sede diplomática de Cuba.

Fue la misma que ondeó por última vez el 3 de enero de 1961, cuando se rompieron las relaciones, y que fue guardada celosamente en la Florida por el propio funcionario que la arrió, y después donada al Museo provincial de Las Tunas. Porque quien conservó la emblemática insignia fue Héctor García Soto, bisnieto del Mayor General Vicente García.

Su estado de conservación no permitió que el 20 de julio de 2015 fuera nuevamente izada en la embajada de Cuba en Washington, pero sí acompañó a los cubanos allí presentes como símbolo de una resistencia inigualable.

Embajada de Cuba en Estados Unidos

Ciertamente, el mayor legado del 17 de diciembre de 2014 fue demostrar que, a pesar de las diferencias, es posible construir una relación distinta entre Cuba y Estados Unidos, lo cual cuenta con el mayoritario respaldo de los estadounidenses, incluida la inmensa mayoría de los ciudadanos de origen cubano que residen en ese país.

Lamentablemente, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, durante 2017 se consumó un retroceso significativo en las relaciones bilaterales. Los anuncios del pasado 16 de junio en Miami y las posteriores medidas adoptadas por la actual administración, dejaron claramente evidenciado que la política del gobierno de Estados Unidos en este mandato no será avanzar hacia la normalización de los nexos, sino retornar a la vieja política fracasada de recrudecimiento del bloqueo y la subversión contra Cuba.

Sin embargo, el gobierno cubano ha reiterado varias veces su voluntad de continuar el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés mutuo, así como la negociación de los asuntos bilaterales pendientes, sin imposiciones ni condicionamientos.

Escuche detalles en audio:

Por Angélica Paredes/ Radio Rebelde

 [:]