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Crean hoja artificial para convertir CO2 en combustible

Washington, 14 feb.- Científicos estadounidenses desarrollaron una hoja artificial al menos 10 veces más eficiente que las naturales para convertir dióxido de carbono (CO2) del ambiente en combustible, publica la revista ACS Sustainable Chemistry and Engineering.

 

Las hojas artificiales imitan la fotosíntesis -proceso mediante el cual las plantas utilizan el agua y el CO2 del aire para producir carbohidratos con la energía del sol- pero los expertos aseguran que incluso las de vanguardia solo funcionan en el laboratorio porque utilizan CO2 puro presurizado de los tanques.

Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Illinois propusieron una solución de diseño que podría sacar las hojas artificiales del laboratorio y al medio ambiente.

La propuesta consiste en colocar una hoja artificial tradicional dentro de una cápsula transparente hecha de una membrana semipermeable de resina de amonio cuaternario y llena de agua.

Los especialistas explican que la membrana permite que el agua del interior se evapore cuando se calienta con la luz solar y a medida que pasa a través de la membrana, extrae CO2 del aire de manera selectiva.

La unidad fotosintética artificial dentro de la cápsula está formada por un absorbente de luz recubierto con catalizadores que convierten el CO2 en monóxido de carbono, el cual se puede extraer mediante sifón y usar como base para la creación de varios combustibles sintéticos.

El oxígeno también se produce y puede ser recogido o liberado en el entorno circundante.

Al envolver la tecnología tradicional de hoja artificial dentro de esta membrana especializada, toda la unidad puede funcionar en el exterior como una hoja natural, asegura Meenesh Singh, autor del estudio.

Según sus cálculos, 360 hojas, cada una de 1,7 metros de largo y 0,2 metros de ancho, producirían cerca de media tonelada de monóxido de carbono por día que podría utilizarse como base para los combustibles sintéticos.

Singh afirma también que 360 de estas hojas artificiales, las cuales cubren un área de 500 metros cuadrados, podrían reducir los niveles de dióxido de carbono en un 10 por ciento en el aire circundante a menos de 100 metros de la matriz en un día.