Científicos reviven microorganismos en sedimentos cretácicos de 100 millones de años

Científicos de Japón y EE.UU. encontraron microorganismos durmientes en sedimentos cretácicos de hace 101,5 millones de años y no solo pudieron reanimarlos, sino que consiguieron además que se multiplicaran.

El equipo de investigadores analizó muestras de sedimentos tomadas en 2010 en el fondo del Giro del Pacífico Sur, una de las partes del océano más desiertas en términos de nutrientes. Para obtener muestras del máximo de profundidad posible perforaron pozos de hasta 100 metros en el lecho marino a cinco mil 700 metros bajo la superficie.

“Nuestra pregunta principal era si en un entorno tan limitado en nutrientes podía existir vida o si se trataba de una zona sin vida. Además, queríamos saber cuánto tiempo podían mantenerse en vida los microbios en caso de ausencia de alimentos”, cita un comunicado de la Universidad de Rhode Island (EE.UU.) al autor principal del estudio, Yuki Morono.

Los científicos descubrieron presencia de oxígeno, aunque en proporciones bastante bajas, en todo el material obtenido, lo que se puede explicar por la lentísima acumulación de los sedimentos, de cerca de un metro por millón de años.

No obstante, los resultados más sorprendentes los obtuvieron cuando sometieron las muestras a condiciones favorables para los microbios.

“Al principio era escéptico, pero descubrimos que hasta el 99,1 % de los microbios presentes en sedimentos depositados hace 101,5 millones de años todavía estaban vivos y dispuestos a comer”, recuerda Morono.

Actualmente, el equipo planea estudiar la vida enormemente ralentizada del subsuelo del fondo marino. “Queremos entender cómo evolucionaron estos antiguos microbios, si es que lo hicieron. Este estudio muestra que el subsuelo es una excelente ubicación para explorar los límites de la vida en la Tierra”, explicó el investigador.

“Lo más emocionante de este estudio es que muestra que no hay límites para la vida en el viejo sedimento del océano mundial. En el sedimento más antiguo que hemos perforado, el que tenía la menor cantidad de alimento, todavía hay organismos vivos, y pueden despertar, crecer y multiplicarse”.

Entre tanto, Andreas Teske, de la Universidad de Carolina del Norte, que no participó en el estudio, indicó en un comentario a Science que los resultados de la investigación podrían ser útiles aplicados a la exploración de otros mundos.

“Si la superficie de un planeta particular no parece prometedora para la vida, puede que esta haya resistido en el subsuelo”,  cree el científico.

El estudio fue publicado este martes en la revista Nature Communications. (Texto y Foto: RT)