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Ciencia cubana, un tributo al desarrollo sostenible

Camagüey, 8 dic.- Acciones que tributen al desarrollo sostenible del país, en sectores estratégicos para la sociedad se convierten hoy en premisa para la ciencia cubana, cuyo potencial humano resulta el principal baluarte económico.

 

En Camagüey, uno de los territorios con mayor potencial científico técnico, diversas instituciones resultan determinantes ‘ en la misión de desarrollar proyectos de investigación e innovación tecnológica relacionadas con la producción industrial, y vinculadas a la investigación, productos y servicios en función de la propseridad social’, comentó Fidel Verdecia, Jefe de la Unidad de Medio Ambiente en la región centro-oriental.

El aval científico cuenta con el protagonismo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología que solo en 2018 aportó al país por conceptos de venta de productos, más de 10 millones de pesos cubanos, gracias al protagonismo de productos establecidos en el mercado internacional como el Gavac, vacuna utilizada contra las garrapatas en el ganado.

Los impactos de los resultados de la ciencia se extendieron en la producción de alimentos, la conservación del medio ambiente, el desarrollo social, el turismo y el uso racional de la energía, y donde la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio-ambiente resultó ente asesor de un capital humano integrado por más de un millar de profesionales.

En tanto el apartado agrícola crece anualmente, muestra de ellos resulta el trabajo de la Estación Territorial de Investigaciones de Granos, que potencia la producción de semillas de seis variedades de frijoles de alto rendimiento y adaptables a las características del clima y suelos de la región más extensa de Cuba con 16 mil kilómetros cuadrados.

Además de la industria farmacéutica y la biotecnología, otros puntales para la economía nacional como la industria azucarera, también cuentan con el apoyo de la ciencia cubana, ‘que se ajusta a las medidas de adaptación al cambio climático y otras buenas prácticas en el apartado agropecuario’, reconoció Verdecia.

Solo en este 2018 sendos proyectos de colaboración entre las Universidades de Camagüey (UC) e Islas Baleares se enfocaron en la obtención de productos derivados del bagazo de caña, materia prima para la generación de electricidad y aplicaciones industriales.

Desde hace dos años, ambas instituciones desarrollan los programas: Contribución a la disminución de agentes químicos agresivos en tecnologías que emplean residuos, ligno-celulósicos agroindustriales, y Aplicación de nuevas tecnologías para la revalorización de subproductos agroindustriales.

Además de las investigaciones y su propia implementación, la ciencia cubana continúa la explotación de parques fotovoltaicos, la evaluación y gestión ambiental de playas, así como la asesoría al proceso inversionista en la cayería norte, principal acción constructiva hotelera en una región con más 100 kilómetros de costa.