Deporte

Camagüey crea su propia dinastía

f0075555Santiago de Cuba, 18 dic.— La hegemonía se mantiene y con sus hombres de cabecera el equipo de Camagüey se adjudicó en un reñido final la corona por provincias en el 55 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, que durante siete días acogió con excelente organización la provincia de Santiago de Cuba.

Los Guerreros de Agramonte totalizaron dos metales dorados uno plateado y cuatro de bronce, y fueron escoltados en segundo y tercer puesto en ese orden por las escuadras de Matanzas (2-1-0) y Guantánamo (2-0-2).

En la cartelera más esperada de este sábado no hubo grandes sorpresas, salvo en la máxima categoría donde triunfó el hombre de casa José Ángel Larduet. Vale destacar que a esta final llegaron la inmensa mayoría de las principales figuras del país, quienes brindaron un evento de elevado nivel cualitativo.

Los 49 kilogramos coronaron a un nuevo ganador, distinción que recayó en el titular del orbe de 2015 Johannys Argilagos. El agramontino a pesar de erigirse, según los jueces, 5-0 sobre el local Alibel Poll, volvió a dejar muchas dudas con su boxeo, ya que se le observó en este torneo con un combate desde la larga distancia y con pocos golpes por dentro, además de descuidar su defensa.

En los 52 kg, volvió a adueñarse de los pesos moscas el espirituano Yosvani Veitía, tras doblegar por unanimidad y con bastante dificultad al indómito Frank Zaldívar. Se trató de un pleito bastante equilibrado, en el que Zaldívar insistió a base de ganchos para penetrar la defensa de su adversario, pero Veitía mantuvo su guardia en alto y con golpes precisos logró sacar la ventaja que le hacía falta.

Uno que si se impuso sin dejar margen a las dudas fue el matancero Javier Ibáñez (56), victimario 5-0 del granmense Maikel Franco, en un match donde el yumurino empleó como fórmula de éxito las combinaciones 1-2, las que fueron letales para su adversario.

«No fue la pelea que yo quería, debido a que Franco se me iba hacia tras cuando traté de golpearle en la corta distancia, pero pude arreglármelas y ser efectivo con varias conexiones, sin dejar a un lado mi defensa», comentó emocionado Ibáñez al cosechar su primer lauro nacional.

A base de explosividad en su pegada pudiéramos catalogar la victoria por 5-0 del habanero Armando Martínez (60) ante al espirituano Darieski Palmero. El ligero capitalino disertó e hizo lo que quiso con su oponente sobre el ring, trabajándolo con swings y rectos al abdomen y el rostro.

Por debajo de las expectativas quedó el duelo en los 64 entre el matancero Andy Cruz, y el camagüeyano Kevin Brown. Ambos se cuidaron y respetaron demasiado sobre el encerado con muy poco boxeo que mostrar; sin embargo había que proclamar un ganador y el mérito se lo adjudicó por 5-0 Andy Cruz.

«Salí muy seguro por la victoria, si bien es cierto que no fue la pelea que todos querían, conseguí hacer un boxeo de riposta desde la media y larga distancia, atacando los fallos de Kevin», relató el nuevo monarca de los pesos ligero welter.

Cuerpo a cuerpo fue el combate en 69 kilos entre el pinareño Roniel Iglesias y el santiaguero Arisnoides Despaigne, saldado por votación dividida de 3-2 en favor del primero.

No hubo descanso en los tres asaltos, los protagonistas regalaron un atractivo combate en el que se cayeron a swings y ganchos, recurso este último muy bien explotado por Iglesias. El derrotado Arisnoides Despaigne también merece las palmas por no dejar de buscar la victoria y aceptar el reto de pelear contra un adversario muy completo en su técnica boxística.

En los 75 kilogramos la historia estaba escrita, y se impuso (5-0) sin demasiadas dificultades el súper favorito guantanamero Arlen López ante el matancero Osley Iglesias, repitiéndose el veredicto de 2015.

En la división de los 81, el camino no fue del todo fácil para el monarca camagüeyano Julio César La Cruz durante su enfrentamiento con el villaclareño Osvary Morell, votado 5-0 a favor del Campeón Olímpico. El debutante Morell, le plantó un encarnizado duelo a La Cruz, quien tuvo que apelar a toda su maestría y solo en el tercer asalto consiguió la ventaja definitiva para ceñirse su octava corona del doméstica.

En los 91 kg, el guantanamero Erislandi Savón recuperó el sitial de honor, luego de caer el año pasado ante su coterráneo Frank Sánchez. En esta oportunidad Savón se deshizo sin grandes inconvenientes 5-0 del habanero Enmanuel Reyes, gracias a su pegada desde la larga distancia, la cual combinó acertadamente con ganchos al torso de Reyes.

Como colofón del Girón santiaguero, su hombre en los +91 kilos José Ángel Larduet sometió 5-0 al habanero Yoandry Toirac en otro combate vibrante. Días atrás Larduet había comentado a Granma que llegaba a este evento con intensiones de obtener la medalla de oro, y así ocurrió.

El súper pesado indómito fue más agresivo que su adversario y le asestó los golpes suficientes para marcar la diferencia indiscutida en cada uno de los rounds, en tanto recibía el calor de su público. (Granma)