Cultura y Educación

Camagüey en la obra de Nazario Salazar (+ Fotos)

Camagüey, 10 ene.- Nazario Salazar Martínez es un maestro en la línea de la cerámica en crudo con estilizadas formas. Sus famosos ceramios revelan un corazón de barro y fuego, como camagüeyano legítimo que a sus 75 años de edad -y 55 de vida artística-, sigue demostrando las amplias posibilidades de trabajo con la arcilla de esta región.

“Enfrento a la cerámica como un divertimento, igual que un lienzo, un papel, una cartulina”, me confesó el también escenógrafo, diseñador gráfico, ambientador y dibujante, que llegó al arte en los ´60 por sus astucias pedagógicas con la técnica de medios audiovisuales.

De todos sus caminos creativos hay uno fundamental. Junto a Oscar Rodríguez Lasseria ha trascendido como impulsor del Movimiento de la Nueva Cerámica camagüeyana que cumple cuatro décadas en el 2016. Eran instructores de arte egresados de la Escuela Nacional de Extensión Cultural, trabajaban como diseñadores y ambientadores, y en ese ámbito imperaba el textil.

“Casi fue un encuentro fortuito con la cerámica camagüeyana. Todo era a base de cortinas y se nos ocurrió hacer murales. Fuimos a los talleres de Industrias Locales. Nos sorprendimos con las maravillas que lograban los alfareros Miguel Báez, Manolo Barrero, nuestro padrino, y Ángel Pareta.

“Ese comienzo coincidió con la inauguración de los Poderes Populares. Ambientamos las oficinas provinciales en el edificio donde hoy radica el periódico Adelante. Surgía así el Movimiento de la Nueva Cerámica camagüeyana”.

En pocas palabras resume un suceso cardinal de lo que vino después, que explica sus distinciones Espejo de Paciencia y Fidelio Ponce de León, y el elogio mundial fraguado por los simposios Puerto Príncipe, que permitieron conformar una colección única en América Latina, abierta al público desde el 2015 en la Sala Internacional de la Cerámica de Arte, en la ciudad de Camagüey, donde funge como director artístico.

Nazario Salazar tradujo los valores del barro con piezas caladas, melodiosas, elegantes con motivos florales que atrapan su máxima de vida: “El rojo de nuestro barro tiñe tejados y tinajones y sustenta mi obra que se resiste al facilismo. No puedo renunciar a lo que es parte de mi identidad, y ello es mi personal testimonio”.