Al sur

Rememoran en Santa Cruz del Sur paso de Columna Rebelde

Santa Cruz del Sur, 26 sep.- El paso por lugares inhóspitos desde la partida de la Sierra Maestra, rompió calzados, causó llagas en los pies, pero los barbudos se sobreponían ante las adversidades. El cansancio, la sed, la falta de alimentos no les hizo cambiar el rumbo, tampoco pensar diferente.

Con Fidel estaba comprometida la palabra. Hacia el occidente de la Isla  continuaría la marcha para seguir luchando. Por este territorio, con igual objetivo, ya habían pasado sin dificultades las fuerzas rebeldes comandadas por el Che y Camilo.

Avanzar cumpliendo lo establecido se había comprendido por los subordinados de Jaime Vega, el jefe de la Columna 11 Cándido González. Sin embargo él desestimó lo advertido por el Comandante en Jefe, de no emplear ningún medio de transporte automotriz en la llanura camagüeyana.

La dictadura conocía de la presencia de los valientes adversarios en los montes de San Miguel del Junco, exuberante sitio algo distante  del central Francisco (actual ingenio Amancio Rodríguez, enclavado en el municipio oriental de igual nombre).

No sin advertir los movimientos del enemigo y ocurrir entre ambos bandos alguna que otra balacera, Vega da el insensato mandato a sus subordinados de montarse en varios camiones. La caravana comenzó a moverse en medio de la oscuridad. Algunos de los bardudos se encontraban enfermos. Su situación les imposibilitaba combatir.

¡Fuego a la lata!, gritó en medio de la noche la voz traidora. Desde el interior de los cañaverales del poblado de Pino Tres, distante a escasos kilómetros del otrora central Macareño (hoy comunidad santacruceña de Haití), proyectiles de gran calibre salieron ¨envueltos¨ de fuego y odio el 27 de septiembre de 1958.

La asechanza opositora servil al satánico dictador Fulgencio Batista aprovechó la absurda imprudencia. Acribillar hasta el último aliento de los revolucionarios era el fin. 22 hombres de la ¨Cándido González¨ fueron abatidos, otros 11 quedaron apresados, luego bárbaramente asesinados en el lugar conocido por La Caobita.

Una representación del pueblo santacruceño, sobrevivientes del hecho, combatientes y familiares de los caídos, rendirá respetuoso tributo. En Pino Tres desde 1975 existe un monumento donde descansan sus restos, además se exhiben fotografías y objetos personales de los que murieron por la libertad definitiva.

(foto de Archivo)