Al sur

Artesano santacruceño crea llamativas figuras con el coco

No es la imitación ni nada por el estilo lo que despertó en Jorge González  Betancourt, el interés por atarearse con el coco. Su oficio habitual nada tiene que ver con ese entretenimiento tan oportuno en las horas de inactividad.

 

Se desempeña en la albañilería como parte de la brigada dedicada a mantenimientos en la empresa municipal de Industrias Locales en Santa Cruz del Sur. Será lógico, para quien lea el material, considerar el embrutecimiento de sus manos. Sin embargo se ha preocupado por impedirlo. “Se deben evitar las lastimaduras, el empleo de los guantes lo posibilita. Es cierto que de acuerdo a lo que el hombre hace las manos lo expresan, pero si usamos los medios de protección no caemos en la trampa de los accidentes”.

 

En la casa de unos conocidos, fortuitamente, vio un cenicero con forma de pájaro, donde se empleó la citada fruta en estado seco. “Al observar la figura varias veces, me dije, eso lo puedo hacer yo”. Desde entonces, hace tres años se vale de un pequeño cuchillo con el que le retira la capa inicial al coco, sin dar un pestañazo así evita cortaduras. De tan sólo ver el fruto determina lo que en él va a tallar o confeccionar.

 

“Los que tienen la corteza dura  posibilita hacer cocodrilos, iguanas  y búcaros. A veces el coco escogido no da para nada, pues al tener la envoltura tan blanda, entorpece  lo que tengo en mente… pierde tamaño”.

 

No todas las obras hechas se terminan en un día. “Los barcos, comenta González, llevan varias piezas, incluso trocitos de madera. Conlleva pegar los accesorios por parte, eso requiere de vasta paciencia e innumerables horas en la labor”.

 

A la creación ha exhortado a su nieto Yordani González Enamorado, quien ya se atrevió a hacer dos tiburoncitos. “Abuelo me fue guiando y lo logré. Tengo otras cosas terminadas, pero están en el colegio. El maestro ya pidió,  le elabore un portalápiz donde se colocarán varios útiles para la escritura.Voy a cumplir la solicitud pronto”, señala este alumno del sexto grado en la escuela primaria Ignacio Agramonte.

 

Cocotaxis, monos, jutías, aves, jicoteas, entre otros, se encuentran en las muestras del entretenido quehacer. “La mayoría de estas cosas las regalo, otras son encargos, sin prevalecer el interés metálico”.

 

La popularidad de su obra en estos predios del sur camagüeyano, le ha dado fama. Hace varios meses integra el Proyecto de Arte Popular y Tradicional en la Casa de Cultura Olga Alonso. “Ya he expuesto mis obras en eventos locales… Han gustado”. El  placer personal lo convoca a afirmar: “Seguiré creando”.