[:es]Altruista actitud conserva donante de sangre santacruceño[:]

[:es] Santa Cruz del Sur, 3 jun.- Compacta es la grandeza de los donantes voluntarios de sangre. Gente sencilla, cubanos y cubanas a los que el corazón se les mueve de regocijo por el orgullo que sienten al aderezar de salud la vida de sus semejantes.

Daniel Lazo Baños reside en uno de los edificios multifamiliares construidos para los vecinos del poblado La Playa de este territorio, los que quedaron sin moradas, tras ser fuertemente abatidas por el huracán Paloma.

Las rápidas medidas adoptadas en la evacuación de cada familia por la Defensa Civil, impidió que el fenómeno atmosférico atrapara con sus “garras” a alguno de los miembros de la célula fundamental de la sociedad.

Comenzó muy joven a cumplir las tareas de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Una de ellas fue donar su líquido rojo en el barrio La Punta, cercano al litoral costero. La mamá lo abrazó y le dijo en esa oportunidad: “Ahora sí has crecido como hombre. Nunca olvido esa frase”.

Este trabajador de la brigada de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de mantenimientos de vías y obras del ferrocarril, es el motorista de una máquina que traslada a muchachos del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) para la conservación del camino de hierro hasta la zona de Aguilar, en el municipio vertientes y la distancia existente hasta la comunidad La Margot, que colinda con la localidad Amancio Rodríguez, de la provincia Las Tunas.

Lazó hizo cuentas en un santiamén. “Tengo 110 donaciones de sangre. Mi altruismo lo demostraré con mis acciones porque yo también ¡soy Fidel!”.[:]