Refuerzan vigilancia epidemiológica en aeropuerto cubano
Santiago de Cuba, 18 nov .- El Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, de esta ciudad, importante punto de entrada y salida de Cuba, refuerza las medidas sanitarias de pesquisaje de enfermedades contagiosas de posible proliferación.
Laura Fernández, médico de frontera de la entidad, dijo a la AIN que las personas que allí laboran intensifican el control y detección de sintomatologías que constituyen riesgo para la población cubana o extranjera.
Esa terminal aérea es una las 14 instalaciones de su tipo en Cuba, donde se trabaja las 24 horas para detectar y prevenir el impacto de epidemias que azotan actualmente a diversas regiones del mundo.
Fernández explicó que la vigilancia epidemiológica comienza con el reporte de la tripulación de todas las líneas aéreas, acerca de cualquier pasajero con alguna afección, para lo cual se adoptan las medidas que propician el aislamiento y atención por el Sistema de Urgencias Médicas del territorio.
Explicó como resulta obligatorio que, a la llegada de un vuelo, el personal médico sea el primero en abordar la nave, se entreviste con la tripulación y perciba el estado general de los viajeros.
Tales acciones se completan con la entrega de la declaración de sanidad de cada pasajero, que refleja su estado de salud y el lugar de residencia durante su estancia en el país.
Un sensor instalado en el salón internacional detecta temperaturas por encima de los 37 grados Celsius en las personas, y ya han sido pesquisados casi 20 mil pasajeros en busca del virus de Influenza A H1N1, dengue, gripe estacionaria o cualquier otra enfermedad.
Comprobado el estado de salud y diagnosticada una posible afección, el enfermo se traslada hacia los hospitales de referencia para adultos y niños, según el caso, así como se agilizan los trámites migratorios para evitar el contacto de los afectados con el resto de los viajeros.
A cualquier pasajero de salida que presente los síntomas conocidos, se le retiene para realizar las pruebas necesarias y obtener el diagnóstico seguro de su padecimiento, ratificó Yanellis Mustelier, trabajadora de los servicios aduanales.
Adriana Rodríguez, epidemióloga santiaguera, abundó en que la información obtenida en los puntos de entrada es enviada a las áreas de salud en menos de 12 horas, y utilizada por los médicos y enfermeras de la familia que realizan el control y seguimiento de cualquier enfermedad incubada durante el viaje.
Otras medidas también minimizan el riesgo de infección y propagación de los virus, como el lavado frecuente de las manos, el uso de nasobucos, la desinfección con hipoclorito de calcio en cabinas, mostradores, puertas, pasamanos y otros lugares, además de la ubicación de larvitrampas. (AIN)
