La Isla y Camagüey continúan en plena crisis de resultados

La Isla y Camagüey continúan en plena crisis de resultadosLa Habana, 13 nov .- Las novenas de Isla de la Juventud y Camagüey continúan sin conseguir su primera victoria en la XLIX Serie Nacional de Béisbol, y al parecer necesitarán de un milagro para concretarla.
  
Hasta la fecha, ambos elencos exhiben catastróficos rendimientos en todos los órdenes de juego y, presumiblemente, abandonarán desde bien temprano la carrera por un cupo en los Play Off de esta temporada.
  
Tanto Pineros como agramontinos acumulan ocho derrotas consecutivas sin la sombra de un triunfo, foja que los hunde en el sótano de sus respectivas zonas clasificatorias.
  
A la escuadra de Isla de la Juventud le urge la incorporación de su principal estrella, el antesalista Michel Enríquez, para elevar la productividad ofensiva y su disposición en el terreno.
  
Actualmente, los dirigidos por Armando Johnson compilan para .206 de porcentaje de bateo, cifra ésta que roza los límites de la ineptitud para una competencia de alto nivel como la Serie Nacional.
  
Si a este paupérrimo rendimiento ofensivo se agregan los desastrosos performances de sus lanzadores (efectividad: 7.52) y las erráticas maneras defensivas de los fildeadores (nueve errores en ocho partidos), cabría preguntarse, de una vez por todas, si este elenco reúne condiciones suficientes para mantenerse en la primera categoría del béisbol cubano.
  
Camagüey, por su parte, también navega por una situación crítica, sobre todo en el área del pitcheo, además de que su ofensiva está entre las más débiles del país.
  
Los tiradores de la Tierra del Mayor son los más ineficientes del campeonato, criterio avalado por su astronómico e irracional promedio de carreras limpias (pcl), 8.65.
   
Su principal exponente del montículo, el internacional Vicyohandri Odelín, inició esta temporada a solo un triunfo de los 100 en torneos nacionales, sin embargo en sus dos primeras aperturas mostró un nivel tan deplorable que conquistar esa simple victoria podría costarle bastante sudor.
  
Odelín, campeón olímpico en Atenas 2004, exhibe dos derrotas sin victoria, presenta un penoso pcl de 15.12, y los bateadores rivales le promedian .421.
  
Los camagüeyanos necesitan imperiosamente la mejor versión de este astro para inspirar a un cuerpo de lanzadores joven e inexperto, ahora mismo incapaz de sostener victorioso un marcador, aún más si añadimos las notables carencias de sus artilleros (average: 255) y defensores (963).
  
Estas dos novenas, léase Isla de la Juventud y Camagüey, deberán optimizar sobremanera sus parámetros estadísticos en pos de conseguir esa imperativa primera victoria, y luego encomendarse a fuerzas sobrenaturales si entre sus planes inmediatos todavía aparece el acceso a la postemporada.(AIN)