[:es]Aseguran que la leyenda del Triángulo de las Bermudas es una “tontería”[:]

[:es]Amantes del misterio, avisados estáis: este artículo puede herir altamente vuestra sensibilidad. Es más, puede arrasar partes clave de vuestra iconografía favorita. Ahí vamos: el Triángulo de las Bermudas no existe. Bueno, sí existe a nivel geográfico –es la figura de tres ángulos que dibujan Florida, Puerto Rico y Bermuda–, pero no a nivel esotérico.

¿Entonces no han desaparecido montones de embarcaciones y aviones en ese punto a lo largo de la historia? Sí, lo han hecho. Pero, realmente, están exentas de todo misterio sin resolver.

Lo argumentaba y explicaba con firmeza y contundencia Karl Kruszelnicki, un reputado científico australiano, en una entrevista en directo con news.com.au: “La cantidad de embarcaciones y aviones que han desaparecido en esa zona es exactamente la misma que en cualquier otra parte del mundo, si hacemos un sencillo porcentaje”.

El mito del Triángulo de las Bermudas empezó, según su opinión, en el periodo de entreguerras –entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial– porque dos causas coincidieron en espacio-tiempo: unas condiciones meteorológicas malísimas y unas condiciones de las embarcaciones, tanto marítimas como áreas, bastante pobres. La suma de ambas propiciaron que se empezara a escribir el primer capítulo de la leyenda del Triángulo de las Bermudas.

Karl Kruszelnicki desvela el misterio de una forma carente de todo romanticismo: “Las desapariciones se deben a errores humanos”. Tal y como razonó en su entrevista, en aquellos tiempos bastantes pilotos no cumplían la mayoría de requisitos para volar profesionalmente. Algunos bebían alcohol antes de volar lo cual aumentaba el riesgo de cometer equivocaciones catastróficas y muchos de ellos ni siquiera llevaban a bordo los materiales necesarios.

De acuerdo pero, ¿qué hay de todos esos fuselajes y cuerpos que jamás se encontraron? Según el científico australiano se debe a algo tan básico como que la profundidad del agua en esa zona es increíble. A día de hoy, es complicadísimo encontrar embarcaciones perdidas en el Triángulo y eso que la tecnología que se usa en caso de desapariciones marítimas ha avanzado enormemente.

El entrevistador sacó a colación una nueva teoría científica que trata de explicar de una forma autorizada por qué parece haber una recurrencia en la desaparición de embarcaciones en esta zona; esta teoría alude a la hipótesis de que burbujas de metano emergen con violencia del agua en las partes donde hay grandes porciones de agua congelada y absorben los barcos que por ahí pasan. Científicamente es posible, pero hay un problema: no existen reservas de metano en el Triángulo.

Así que, tal y como resumió Karl Kruszelnicki en una sola palabra, la leyenda del Triángulo de las Bermudas es una “tontería”. Amantes del misterio, avisados estabais. (RHC)[:en]Amantes del misterio, avisados estáis: este artículo puede herir altamente vuestra sensibilidad. Es más, puede arrasar partes clave de vuestra iconografía favorita. Ahí vamos: el Triángulo de las Bermudas no existe. Bueno, sí existe a nivel geográfico –es la figura de tres ángulos que dibujan Florida, Puerto Rico y Bermuda–, pero no a nivel esotérico.

¿Entonces no han desaparecido montones de embarcaciones y aviones en ese punto a lo largo de la historia? Sí, lo han hecho. Pero, realmente, están exentas de todo misterio sin resolver.

Lo argumentaba y explicaba con firmeza y contundencia Karl Kruszelnicki, un reputado científico australiano, en una entrevista en directo con news.com.au: “La cantidad de embarcaciones y aviones que han desaparecido en esa zona es exactamente la misma que en cualquier otra parte del mundo, si hacemos un sencillo porcentaje”.

El mito del Triángulo de las Bermudas empezó, según su opinión, en el periodo de entreguerras –entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial– porque dos causas coincidieron en espacio-tiempo: unas condiciones meteorológicas malísimas y unas condiciones de las embarcaciones, tanto marítimas como áreas, bastante pobres. La suma de ambas propiciaron que se empezara a escribir el primer capítulo de la leyenda del Triángulo de las Bermudas.

Karl Kruszelnicki desvela el misterio de una forma carente de todo romanticismo: “Las desapariciones se deben a errores humanos”. Tal y como razonó en su entrevista, en aquellos tiempos bastantes pilotos no cumplían la mayoría de requisitos para volar profesionalmente. Algunos bebían alcohol antes de volar lo cual aumentaba el riesgo de cometer equivocaciones catastróficas y muchos de ellos ni siquiera llevaban a bordo los materiales necesarios.

De acuerdo pero, ¿qué hay de todos esos fuselajes y cuerpos que jamás se encontraron? Según el científico australiano se debe a algo tan básico como que la profundidad del agua en esa zona es increíble. A día de hoy, es complicadísimo encontrar embarcaciones perdidas en el Triángulo y eso que la tecnología que se usa en caso de desapariciones marítimas ha avanzado enormemente.

El entrevistador sacó a colación una nueva teoría científica que trata de explicar de una forma autorizada por qué parece haber una recurrencia en la desaparición de embarcaciones en esta zona; esta teoría alude a la hipótesis de que burbujas de metano emergen con violencia del agua en las partes donde hay grandes porciones de agua congelada y absorben los barcos que por ahí pasan. Científicamente es posible, pero hay un problema: no existen reservas de metano en el Triángulo.

Así que, tal y como resumió Karl Kruszelnicki en una sola palabra, la leyenda del Triángulo de las Bermudas es una “tontería”. Amantes del misterio, avisados estabais.[:]