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Dos santacruceños evocan la “democracia” de antes de la Revolución

Dos santacruceños evocan la “democracia” de antes de la RevoluciónLos hombres honrados no falsean la historia ni exageran las vivencias, se encargan de escribirlas en libros y darlas a conocer en anécdotas verbales, sin omitir detalles. Traen el pasado con el ordenamiento sencillo, con honradez astuta, sin soberbia, para no dar lugar a creencias parciales. Ellos, como Martí, nutren a los hombres. Lo que cavilan no daña el pensamiento original, lo fortalece y estimula.

En la colonia 27 del central Francisco (hoy Amancio Rodríguez), provincia Las Tunas, nacieron seis hermanos, dos de ellos hembras. Para los varones la batalla para enfrentar la pobreza empezaba en cuanto desarrollaban biológicamente lo indispensable. “Papá fue boyero; teniendo poca edad nos fue enseñando a trabajar con esos animales. Pasamos tantas calamidades como bejucos de boniato hay en un pedazo de tierra. No dormimos en una cuna al nacer ni usamos nunca una toalla para secarnos el cuerpo.

Cesar Monteagudo Yero, fue integrante activo del Movimiento 26 de Julio (M-26-7), su apoyo desde esa organización clandestina le permitió combatir los desmanes antes del primero de enero de 1959. Ser integrante de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) en Santa Cruz del Sur, le permite visitar planteles educacionales.

“Hablamos con alumnos y profesores sobre lo que significó para los cubanos sin nada, el pasado oprobioso y las conquistas a favor del pueblo obtenidas en esta invencible Revolución guiada por Fidel”.

Las penurias se repetían en cada hogar pobre. “No se podía pensar ni en médico. En la “27” si a alguien le daba un dolor de muelas debía transitar a caballo 19 kilómetros, el dentista no venía a los hogares sin dinero. Mamá murió a los 46 años, padecía de problemas cardíacos. La falta de recursos monetarios daba lugar a esos fatales desenlaces”.

Aquellos Colegios Electorales donde las bribonadas politiqueras proporcionaban más
perjuicios, hacen reflexionar al entrevistado.

“Mucha gente caminaba 12 y 15 kilómetros por caminos muy malos, pues el voto era obligado. Al lado de las urnas se mantenía una pareja de guardias provistos de armas largas. Recordar esas cosas repugna. Cualquier politiquero al recibir las cédulas de una familia, le daba 20 pesos. Eran unos embusteros, hacían promesas “pintando” futuras mejoras… Quedaba lo dicho en el olvido”.

Cada vez que la patria socialista llama al voto unido: “Allí estoy yo. Esto que tenemos sí es democracia. Los delegados de circunscripción los elige el pueblo y representan al pueblo, se reafirma así los valores de la nacionalidad cubana”.

Decoro recobrado

La avaricia y el odio eran los alimentos de aquel sistema infernal, evoca Pedro Antolín Ramos Mugarra. “Mi papá por ser comunista sufrió en carne propia los atropellos. A Fulgencio Batista, como a los otros presidentes plegados a los intereses yanquis, le importaba mucho el poder, mantenían las ansias de matar a aquellos que pensaban diferente, a esos llenos de sueños y valentía por ver un cambio que permitiera recobrar el decoro y la libertad de los cubanos”.

Pedro también es miembro de la ACRC. “Sólo dejaré de defender esta inmensa victoria socialista cuando me haya muerto. Cuando sueño sobre aquella nefasta época, termino con pesadillas. Muchos compañeros y compañeros cayeron a lo largo del camino, pero su sacrificio está presente en esta realidad distinta, feliz. Tenemos escaseses, es verdad, sin embargo somos independientes. El pueblo no está aislado del gobierno revolucionario, somos unidad”.

Muy desagradable fue aquella oportunidad en que un grupo de soldados de la tiranía “fueron a buscar al viejo a la casa, lo amenazaron de muerte si no iba al Colegio Electoral. Sus hijos y mi madre le rogamos fuera, resultaba una humillación pero lo queríamos vivo”.

La realidad de la Cuba triunfante hace más de medio siglo nos devolvió la esperanza en color verde. “Cuánta felicidad sienten los corazones en cada revolucionario, se acerca otro momento importante, la patria nos contempla orgullosa, a ella le respondemos este 19 de abril con nuestro voto. Serán miles de hombres y mujeres que en todas las circunscripciones de Cuba, ejercerán gobierno en los barrios y comunidades a fin de viabilizar la solución de los planteamientos de los electores”. (Raúl Reyes Rodríguez/ Radio Santa Cruz)