Sin burlarse de la fe

Por: Hugo Ríus

Al conspicuo diario español le molestó que al referirse el papa al ataque al semanario satírico Charlie Hebdo, que condenó con todas sus letras, recurriera a la vez al ejemplo ilustrativo de que si alguien cercano dice una grosería contra su mamá le espera un puñetazo.

"Tal vez al papa Francisco, en esta ocasión, se le haya ido la mano. Jorge Mario Bergoglio, cuyo mensaje y expresividad concitan tantas veces la aprobación de propios y extraños, realizó este jueves unas extrañas declaraciones al referirse a los atentados de París durante el vuelo entre Sri Lanka y Filipinas." (Fuente: El País).

Quien ha pedido a los musulmanes que condenen el terrorismo, recurrió a una imagen que forma parte de los valores de los latinoamericanos para llegar a la esencia de su mensaje: “no se puede insultar la fe de los demás; no puede uno burlarse de la fe; no se puede”, en alusión al permanente contenido de la publicación contra el Islamismo.

A ningún creyente, cualquiera que sea su credo religioso le hace ninguna gracia que se las sometan a un escarnio sistemático, ni tampoco a los no creyentes que respetan estas diversidades en bien de la pacífica convivencia humana.

Junto al justo combate al terrorismo y la solidaridad hacia las víctimas, se ha desproporcionado en Europa el discurso de la defensa de la libertad de expresión, en campaña bajo el lema “Yo soy Charlie”, con más apoyos y tiradas de Hebdo para que continúe caricaturizando a Mahoma, lo que ha desatado ya subidas protestas en países musulmanes, que solo permiten predecir escaladas de conflictos en la escena global.

Tengo que expresar mi coincidencia con el papa cuando en torno a esta turbulencia sostuvo que la libertad de expresión “tiene un límite”, obviamente el de la responsabilidad política ante potenciales carburantes de violencias impredecibles.

(Tomado de Cubadebate)