Primer vicepresidente llama a fortalecer unidad entre cubanos
La Habana, 18 nov .- El primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, llamó a fortalecer el diálogo y la unidad entre los connacionales durante un encuentro con evangélicos y protestantes.
"Conmueve recordar todos aquellos momentos, la incomprensión de determinadas ocasiones y después como se pudieron superar a partir de un diálogo respetuoso", expresó Díaz-Canel en la reunión que rememoró la primera del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, con religiosos en 1984.
Resulta necesario transmitir esta memoria histórica a las presentes generaciones, añadió el también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba citado hoy por el diario Granma.
La cita sirvió no solo para recordar el hecho hace 30 años, sino además para intercambiar sobre los desafíos a los cuales se enfrentan ambas partes.
Patentizó el deseo de compartir las preocupaciones en el orden económico y social de Cuba, así como los desafíos en materia de lucha por los valores, por evitar -dijo- que nos instauren una plataforma de reconstrucción capitalista neocolonial y neoliberal.
"Esa es la lucha que tenemos que llevar, despojarnos de toda la pseudocultura, toda la banalidad, el egoísmo y el individualismo", subrayó.
El presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, Joel Ortega, significó la importancia de las relaciones y el papel que han desempeñado en momentos cruciales para la Revolución.
Al encuentro asistieron seis de los protagonistas del primer encuentro, incluido el pastor Raúl Suárez, quien recordó los intercambios sostenidos luego.
El reverendo Pablo Odén Marichal urgió a una mayor profundización en la función ética y conductista de la fe hacia la comunidad de creyentes y la sociedad, basado en los valores humanos y patrios.
También destacó que se precisa una mayor participación del movimiento ecuménico y las iglesias en la búsqueda de soluciones a problemas sociales como el envejecimiento poblacional.
Debemos rescatar la idea de Fidel Castro de la alianza estratégica entre cristianos revolucionarios y marxistas, para lo cual es necesario un diálogo permanente, expuso. (PL)
