EE.UU: Inmigración a un lado, otras preocupaciones para Obama

EE.UU: Inmigración a un lado, otras preocupaciones para Obama Tal parece que las preocupaciones del presidente estadounidense, Barack Obama, en materia de política exterior lo hicieron distanciarse de su agenda doméstica, en particular de la dilatada reforma al sistema de inmigración.

El escenario no puede ser más adverso. Unos 11 millones de inmigrantes sin papeles residen en ese país, lo que se agravó con la crisis humanitaria que explotó en la frontera sur con los más de 68 mil niños interceptados al entrar solos a territorio de Estados Unidos, provenientes de Centroamérica.

Recientemente, el secretario del Departamento de Seguridad Interna, Jeh Johnson, rechazó la propuesta de un republicano para construir un muro en toda la frontera con México y así prevenir la explosión migratoria infantil.

"No creo que construir un muro en toda la frontera suroeste es un uso apropiado de recursos de los contribuyentes", apuntó Johnson en una audiencia del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.

El funcionario reclamó al Capitolio por no haber sancionado la petición de emergencia de tres mil 700 millones de dólares hecha por Obama para lidiar con esta crisis de niños migrantes.

"Necesitamos un socio en el Congreso y no lo tuvimos

este verano. Pedí dinero para pagar nuestros esfuerzos de seguridad fronteriza y no obtuvimos ayuda", lamentó.

No obstante, en los últimos seis años se han asignado cerca de tres mil nuevos agentes para blindar la frontera, los que hacen un total de 18 mil 164, junto con los drones o aviones no tripulados y miles de cámaras terrestres adicionales.

Al panorama se suman las expulsiones de inmigrantes -que rondan los dos millones desde 2009 hasta la fecha- y que le han valido a Obama el calificativo de "deportador en jefe".

Hace poco cayó como un balde de agua fría su decisión de dar marcha atrás a la más reciente promesa (hecha el 30 de junio), cuando anunció que emitiría órdenes ejecutivas para tratar de resolver parte del problema.

La opción del gobernante demócrata fue resultado del rechazo de los republicanos de la Cámara de Representantes a la aprobación de una reforma migratoria.

Sin embargo, debido a la proximidad de las elecciones de mitad de mandato del 4 de noviembre, Obama apostó por aplazar sus iniciativas hasta después de esos comicios y para antes de finalizar 2014.

La Casa Blanca evaluó una lista de opciones legales para reparar el sistema migratorio que, como ha dicho el Presidente, está roto.

Según observadores, entre las medidas que consideraría se encuentra la ampliación de la Acción Diferida (DACA), que el gobierno activó el 15 de agosto de 2012 y frenó la expulsión de cientos de miles de jóvenes inmigrantes sin papeles llevados a Estados Unidos cuando niños.

"Ellos son una de las mayores víctimas de la falta de una reforma migratoria", advirtió la exsecretaria de Seguridad Nacional (DHS) Janet Napolitano, en una entrevista que

publicó el 27 de octubre el diario The Washington Post.

Desde 2008 Obama prometió recomponer las leyes migratorias si llegaba a la mansión ejecutiva, pero dos años antes de finalizar su segundo mandato, poco o nada ha avanzado en este asunto.

Los legisladores del Caucus Hispano del Congreso han presionado sin resultado alguno. Le pidieron respuestas a Obama sobre los alivios prometidos.

Para el legislador demócrata por Illinois Luis Gutiérrez sería un error cualquier demora en ese sentido.

Sin dudas, el problema migratorio es un punto que podría incidir en los venideros comicios de mitad de mandato. La demócrata por California Linda Sánchez sostiene que el voto de los latinos en noviembre próximo será clave, sobre todo porque está en riesgo el dominio demócrata sobre el Senado.

De hecho, los grupos proinmigrantes se sienten traicionados por Obama y ahora atacan también a los demócratas y al Caucus Hispano por la falta de avance en los alivios migratorios.

Las medidas ejecutivas son un parche temporal y sabemos que la solución permanente, la reforma migratoria, tiene que salir del Congreso, subrayó la legisladora.

Los activistas reiteran que lo más importante "es que paren las deportaciones".

Por supuesto, antes del 4 de noviembre nada habrá. Mientras, el Presidente ha tenido que asistir a una crisis tras otra: el conflicto en Ucrania; la escalada de tensiones en Iraq y Siria, y la decapitación de rehenes occidentales.

Además, las airadas protestas en Ferguson, Missouri, a raíz de la muerte de un joven negro desarmado; y, más recientemente, el virus Ébola en África Occidental y los

casos detectados en Estados Unidos, dibujan un escenario que no lo favorece.

No está claro exactamente cómo lo anterior podría afectar el resultado de las elecciones de mitad de mandato. Lo cierto es que han desviado la atención de Obama y de ello se han aprovechado los republicanos.

Un sondeo, realizado por el diario The Washington Post y la cadena ABC, arrojó que los votantes se sienten frustrados con la dirección general del país y con la capacidad del gobierno federal para hacer frente a los principales problemas.

Y aunque las expectativas económicas son un poco mejor ahora que durante una coyuntura similar hace cuatro años, las calificaciones son muy negativas para la administración Obama.

En breve se renovarán la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes, 36 escaños del Senado (de 100), así como 36 gobernaciones, entre otros cargos públicos.

Algunos analistas opinan que el abstencionismo podría ser el gran ganador en las próximas elecciones de mitad de mandato, consideradas, sin dudas, una especie de referéndum para el jefe de la Casa Blanca.

Después de que en enero de 2015 se constituya el Congreso que sesionará durante los dos últimos años de gobierno de Obama, lo más probable es que el Partido Republicano domine en las dos cámaras legislativas, lo que obstaculizará aún más la gestión del Presidente.

¿Habrá entonces reforma migratoria? El propio Obama comentó que un resultado de ese tipo crearía una situación "insoportable" para su gestión.

Por Deisy Francis Mexidor/ Jefa de la redacción Norteamérica de Prensa Latina.