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Beber cerveza austriaca en la bahía habanera

Beber cerveza austriaca en la bahía habaneraEn marzo abrió sus puertas en La Habana la segunda versión de una fábrica-taberna con cerveza austriaca, en un lugar sumamente amplio y fresco, que además de recordar un espigón histórico propicia el turismo.

Esta apertura forma parte de un plan mayor que busca potenciar el turismo en el entorno de la Bahía de La Habana, por tanto retoman un viejo espigón que resultó muy significativo en siglos pasados debido a su trasiego de madera y tabaco.

Ahora, el local está dedicado a la nueva fábrica de cerveza, donde se sirven la clara, oscura y negra, en jarras de cristal de alto porte y acompañadas con una surtida carta de alimentos a picar, para una estancia sumamente agradable.

El gerente Osmel Pérez Rodríguez destacó que se trata de un nuevo establecimiento para complacer el gusto por la cerveza, tanto de lugareños como los centenares de viajeros provenientes de todo el mundo que visitan diariamente las calles habaneras.

Ese espigón del puerto tiene una vista privilegiada de la bahía, además de tener muy cerca los Almacenes de San José, donde se vende mucha artesanía cubana.

Pérez Rodríguez señala que la remodelación se realizó a partir de una idea de la Oficina del Historiador de La Habana (Eusebio Leal Spengler), un lugar con 430 capacidades, dispuestas en horarios de 1200 del día a la media noche.

La nueva cervecería opera con 82 trabajadores en un área de unos 150 metros cuadrados y con la fabricación de 10 hectolitros diarios de los tres tipos de cerveza mencionados, que se consumen totalmente.

Belkis González Pérez, es la principal especialista de la producción, junto a dos de sus colegas, encargados de los procesos tecnológicos e industriales. Este equipo se rota por turnos para producir la cerveza que se sirve en el lugar.

Recuerda que esa tecnología se compró a la empresa austriaca SALM, bajo la idea de un lugar de esparcimiento, ahora amenizado mediante imágenes televisivas y música grabada, pero con la perspectiva de actuaciones en vivo.

El gerente del local cuenta con más de 17 años de experiencia administrativa vinculado al turismo y la tecnóloga 32 años en la industria cervecera cubana.

La experta explica que se trata de un producto de alta calidad, con una fábrica de tecnología avanzada con la finalidad de realizar una producción tradicional.

Señala que la materia prima es austriaca, y la carta tecnología -también de ese país- facilita una cerveza de 12 grados, cruda, con un sabor natural, que no se filtra ni se pasteuriza, solo se sedimenta.

El dióxido de carbono (CO2) generado en el proceso se conserva para favorecer una espuma de alta calidad. La cerveza cuenta con un excelente aspecto, sabor y olor (esto último casi nunca se tiene claro por el consumidor).

No es una cerveza filtrada, pero sí bastante brillante, de alta calidad, que se fabrica mediante métodos de reposo y decantación.

Reconoce la tecnóloga que la atención, servicio y experiencia en el sector gastronómico lo aportan los cubanos, y el montaje, y primer caldo, junto con la garantía, corre a cargo de los representantes de SALM.

LA CERVEZA AUSTRIACA HABANAERA Y SU ENTORNO

Un gran proyecto de rehabilitación del puerto habanero, intenta recuperar naves que sirvieron para mercancía, y ahora se transforman paulatinamente en centros de recreación con estímulo del turismo.

Recientemente, las autoridades y directivos de la compañía turística Habaguanex S.A., inauguraron el espacio bautizado como Antiguo Almacén de la Madera y el Tabaco, con una cervecería de 430 capacidades, el mismo espigón donde estuvo la Nave del Tabaco y la Madera (de ahí su nombre actual).

La cervecería aplica un concepto ya exhibido en la Factoría Plaza Vieja, otro punto de la ciudad, donde se fabrica el lúpulo, lugar íntimo y con una vista especial de la bahía.

El 15 de marzo el historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler, participó en la apertura del nuevo establecimiento en el espigón con ese nombre, en la Avenida del Puerto de La Habana, y reseñó los planes futuros.

La cervecería lleva tecnología austriaca y cuenta con tres maestros cerveceros, con gran experiencia en ese tipo de industria.

El Espigón de Paula o Almacén del Tabaco y de la Madera tuvo su fulgor a fines del siglo XVIII, cuando se apreció un desborde de los muelles y espigones con sus espacios de ventas.

Constituye un muy valorado patrimonio industrial, y en la actualidad forma parte de los planes de recuperación del entorno de la bahía habanera de cara al turismo y a fomentar los negocios culturales, mientras propiamente el trasiego de barcos se trasladará a la bahía del Mariel, hacia el oeste de la capital.

LA COMPAÑÍA SALM

La casa O. SALM & Co GmbH fue fundada en Viena en 1924 por Georg Welledits y Otto v. Salm, tal y como lo difunde la propia empresa. En 1932 SALM ya contaba con establecimientos en Praga, Bucarest, Sofía y Budapest.

Señalan que la guerra tuvo como consecuencia la destrucción completa de todas las empresas productoras y sucursales. Terminado el conflicto tardaron cinco años hasta que la empresa estuviera parcialmente restaurada.

LA CERVEZA EN LA HISTORIA

Los primeros reportes del comercio del producto están en Alemania en el siglo XI, referencias sobre impuestos de uso, del llamado Grut que en inglés se reflejaba como Gruit o conjunto de yerbas empleadas en la cerveza, finalmente sustituido ese nombre por el de lúpulo.

Pero la cerveza tiene antecedentes aún más lejanos en el tiempo, debido a que fue desarrollada por los antiguos pueblos elamitas, egipcios y sumerios, con evidencias en alrededor de 3500 ANE, hallados vestigios en Godin Tepe, en el antiguo Elam (hoy Irán).

La receta más antigua de cerveza es el Papiro de Zoísmo de Panópolis del siglo III. Antes se bebía caliente como medicina, dicen documentos antiguos.(PL)