Por qué sudamos menos cuando envejecemos

¿Sabe usted por qué a medida que envejecemos comprobamos que sudamos menos? La respuesta tiene que ver con la senectud cutánea, o sea, con la edad las glándulas sudoríparas necesitan más temperatura exterior para funcionar, por eso los ancianos sudan menos.

Por otro lado, al envejecer, la capa externa de la piel se adelgaza. La piel envejecida también pierde color y palidece, ya que disminuye el número de células que contienen pigmento.

Además, los vasos sanguíneos de la dermis se debilitan, provocando la aparición de hematomas, hemangiomas capilares y afecciones similares.

También las glándulas sebáceas producen menos aceite y causa pérdida de humedad, sequedad y picazón.

A esto se añade que, con el transcurso del tiempo, el sistema defensivo del tejido cutáneo se trastorna y se vuelve incapaz de atraer linfocitos T para mantener a raya a los posibles invasores.

(Redacción Informativa de Radio Rebelde)