Unidad, firmeza y solidaridad caracterizan la VII Cumbre Presidencial del ALBA

Unidad, firmeza y solidaridad caracterizan la VII Cumbre Presidencial del ALBA"¡Viva Cuba! ¡Viva Fidel! ¡Viva Raúl!"

Así recibió Chávez al Presidente cubano en la losa del Aeropuerto de la caribeña Cumaná, bajo el ardiente sol de esta ciudad de clima similar al Oriente de nuestra Patria.

Ambos mandatarios, en encuentro improvisado con la prensa, abordaron entre otros temas los recientes avances de los pueblos latinoamericanos y caribeños, y destacaron que abril históricamente es un mes de grandes victorias populares, como las de Cuba en 1961 ante la invasión mercenaria y la de Venezuela en el año 2002 frente al golpe de Estado reaccionario.

No tenemos otra opción que unirnos para enfrentar la crisis económica, afirmó Raúl en su intervención en la VII Cumbre Presidencial del ALBA. Chávez le dio la bienvenida en el aeropuerto de la ciudad venezolana de Cumaná, ambos recibieron minutos después a Evo Morales.

El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, preside la delegación cubana a la VII Cumbre Presidencial de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que inició sus sesiones ayer en Cumaná, capital del estado venezolano de Sucre.

Chávez dio inicio a la reunión saludando a todas las delegaciones presentes y a continuación pasó a analizar con sólidos argumentos la actual crisis económica internacional, el carácter criminal, ilegal e injusto del bloqueo a Cuba y su absurda exclusión del sistema interamericano.

De inmediato cedió la palabra al mandatario cubano. Raúl empleó el mínimo de palabras posibles para exponer las causas y consecuencias de la actual crisis económica mundial y el absurdo de intentar superarla mediante mecanismos que como el Fondo Monetario Internacional, contribuyeron a acentuar sus efectos.

Destacó la importancia de que las soluciones partan del mayor consenso mundial posible y no de acuerdos entre unos pocos países poderosos.

El Presidente cubano resaltó la contribución que puede hacer el Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE) en la búsqueda de una mayor independencia económica.

"Nuestras naciones, afirmó, no tienen la capacidad, por sí solas, de transformar el orden económico internacional, pero sí el poder de sentar nuevas bases y construir sus propias relaciones económicas", afirmó.

Ratificó igualmente la vocación solidaria de Cuba con los pueblos de América Latina y el Caribe.

A continuación intervinieron los presidentes de Bolivia, Honduras, Nicaragua y Paraguay; y los primeros ministros de Dominica, y San Vicente y las Granadinas; este último solicitó oficialmente el ingreso de su país al ALBA.

También hicieron uso de la palabra el Canciller de Ecuador y Miguel D¢ Escoto, presidente de la Asamblea General de la ONU. Todos ellos expresaron acuerdo con los documentos sometidos a la consideración de la Cumbre, su apoyo a Cuba y el rechazo al bloqueo.

Raúl agradeció en nombre del pueblo cubano y de Fidel estas sinceras manifestaciones solidarias hacia nuestra patria, idea que comparten la inmensa mayoría de los países, salvo las pocas y conocidas excepciones.

Respecto a la OEA, señaló que no iba a contestar las declaraciones de su secretario general, pues ya lo hizo Fidel en una de sus Reflexiones. Señaló que la historia de esa organización rezuma sangre por todas partes.

Recordó el ignominioso papel desempeñado por la OEA en las agresiones contra el pueblo de Guatemala en la década de los años cincuenta y posteriormente su complicidad en los ataques y actos de terrorismo contra Cuba, causantes de varios miles de víctimas.

Señaló como ejemplos la epidemia provocada de dengue hemorrágico, el derribo del avión cubano en Barbados que provocó la muerte de 73 personas y la invasión mercenaria de Playa Girón.

No nos expulsaron de la OEA a comienzos de 1961 —dijo—, para que dicha organización pudiera reconocer el gobierno títere que pretendía trasladar Estados Unidos hasta la cabeza de playa que intentaría ocupar en Cuba, el cual solicitaría de inmediato la invasión de las fuerzas armadas norteamericanas, acción que hubiera costado cientos de miles de víctimas a nuestro pueblo, como ocurrió en Guatemala sin que se produjera la menor protesta de la OEA.

Raúl aclaró que en enero de 1962 sí expulsan a Cuba, porque lo que se planificaba era la invasión directa del ejército de los Estados Unidos. Esa es la triste realidad que condujo a la llamada Crisis de los Cohetes en octubre de 1962, concluyó.

Recordó que el gobierno cubano ha expresado públicamente la disposición a discutir con las autoridades norteamericanas sobre cualquier tema, sobre la base del absoluto respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

Respecto a la acusación por las condenas a los mercenarios pagados por los Estados Unidos y terroristas sancionados por las leyes cubanas, el Presidente cubano ratificó la disposición a ponerlos en libertad, si liberan a nuestros Cinco Héroes prisioneros en cárceles del imperio.

A las disculpas solicitadas de Raúl por haber tomado nuevamente la palabra, Chávez respondió con un: "¡Ha hablado Cuba!", seguida de un abrazo y la ovación de los presentes.

Concluida la sesión, los mandatarios se trasladaron hasta el parque Ayacucho, ubicado en la zona histórica de la ciudad, para colocar una ofrenda floral ante la estatua del Gran Mariscal Sucre. Allí los esperaba una gran cantidad de cumanenses desbordantes de entusiasmo.

La jornada tuvo como colofón la visita al Cuartel Sucre, campamento militar donde estuvo Chávez destacado siendo un joven teniente. En dicho lugar, ante la tropa formada, afirmó el mandatario venezolano, comenzaron a surgir sus inquietudes políticas.

(Tomado de Granma)