Cultura

Las Romerías de mayo dicen adiós con protagonismo juvenil

Holguín, 8 may. -La vigésima edición de las Romerías de Mayo, fiesta de tradición y modernidad con protagonismo juvenil, concluyó hoy en esta ciudad, donde coincidieron más de 400 delegados de 25 países.

Con la tradicional peregrinación del Hacha aborigen, que incluyó el paso por el casco histórico de la urbe hasta la zona más moderna, la cita dijo adiós luego de iniciar el día tres último en Holguín, que desde 1993 se convierte por estos días en la capital del arte joven en Cuba.

Presentaciones de libros, descargas musicales, exposiciones personales y colectivas, proyección de filmes, puestas en escena de clásicos en plazas y salas, exhibiciones de teatro callejero y encuentros de pensadores fueron algunas de las propuestas en el encuentro multicultural.

Entre los intelectuales estuvo Armando Hart Dávalos, miembro del Comité Central del Partido, quien presentó su texto “Por esto”, publicado por la Casa Editora Abril, el cual recoge más de 100 artículos sobre historia y educación.

Por primera ocasión se expuso en Cuba la segunda muestra del conjunto Brownstone, con obras de Picasso, Erró, Rauschemberg, Líndner y André Masson, exhibidas en el Centro de Arte de la capital provincial.

Música de excelencia llegó de Buena Fe a las Romerías, junto a Síntesis, Los Papines y la Orquesta Anacaona, protagonistas en cada presentación ante un público que reclamó su regreso para el año próximo.

La cita, organizada por la Asociación Hermanos Saíz (AHS), estuvo dedicada esta vez al II Congreso de esa organización juvenil de vanguardia, al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, en el aniversario 160 de su natalicio, y a los 40 años de la resistencia chilena tras el golpe de estado que derrocó al presidente constitucional Salvador Allende.

Investigadores, músicos, teatristas, escritores, bailarines, pintores y promotores culturales, brindaron conciertos, performance, exposiciones y talleres, además de intervenir  en las jornadas teóricas del evento Memoria Nuestra.

El evento revive un rito nacido el tres de mayo de 1790 cuando el padre Antonio Alegría colocó una cruz de madera en lo alto del Cerro Bayado, hoy Loma de la Cruz, con el fin de celebrar una tradición religiosa hispana. (AIN)