Deporte

Tiro cubano cumplió una meta y ya piensa en Veracruz 2014

Con 20 plazas aseguradas para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014, los tiradores cubanos cumplieron su meta en el torneo clasificatorio de Guatemala, aunque nada despreciable resulta el segundo lugar en el medallero general.

Por países, México ocupó el primer puesto, al acumular nueve preseas de oro, seis de plata y dos de bronce, seguido por Cuba (8-6-7), Venezuela (4-6-2), Guatemala (4-3-10), El Salvador (2-3-1), República Dominicana (2-3-0), Puerto Rico (1-1-3) y Colombia (1-0-6), entre los ganadores de títulos.

La justa guatemalteca repartió 185 cupos para los Juegos regionales de la ciudad mexicana, con los locales (26), mexicanos y venezolanos (21), como las delegaciones que más atletas clasificaron, mientras que los cubanos, puertorriqueños y colombianos alcanzaron 20.

El mérito de los representantes de la Isla en esa competencia de tiro deportivo es mayor si se tiene en cuenta el poco fogueo con rivales del área, a lo que se une el estreno de un sistema de puntuación en segmentos finales en casi todas las modalidades.

Pero una vez más los deseos y voluntad de imponerse fueron superiores a las dificultades o escasez de recursos, lo cual se tradujo en un exitoso resultado colectivo, amén de destacadas individualidades.

En ese sentido, resaltan Leuris Pupo, campeón olímpico en Londres 2012, con su esperado triunfo en la pistola de tiro rápido a 25 metros, además de los títulos de Jorge Grau, en la pistola de aire a 10 metros, y Reinier Estupiñán, en el rifle 3×40 a 50 metros.

Los restantes cinco reinados se consiguieron por intermedio de esfuerzos combinados -por equipos-, quizás muestra de la compenetración y unión mostradas por los tiradores cubanos.

La jornada de cierre proporcionó la alegría de la victoria por colectivos en el fusil 3×20 a 50 metros, la cual estuvo liderada por Eglys Cruz, medallista de bronce olímpico en Beijing 2008.

Ahora Guatemala ya es pasado, con sus satisfacciones y sinsabores, pero con el convencimiento de que es posible competir de tú a tú con los mejores exponentes del área en una disciplina, en la que nervios de acero y una puntería milimétrica marcan la diferencia. (AIN)