Cultura

Resaltan en El Salvador obra de escritor cubano Alejo Carpentier

San Salvador, 22 abr. -La magnificencia de la obra del escritor cubano Alejo Carpentier (1904-1980) y el reconocimiento alcanzado a nivel universal fueron exaltados por el semanario El Siglo XXI de El Salvador.

El director de la publicación, el escritor y periodista Walter Raudales, abordó el asunto al comentar las ediciones en la isla de dos libros con las cartas del célebre autor a su madre y a su amigo y colega José Antonio Fernández de Castro.

Precisa que en un reciente viaje a La Habana "encontré estos tesoros que en Cuba sólo pueden encontrarse": Cartas a Toutouche (apelativo que le daba a su progenitora) y Epistolario/Carpentier-Fernández de Castro.

En estas epístolas se conoce al autor en su intimidad y el espíritu profundo que le inspiraba a crear en esa época (1930-1937), afirma Raudales.

Destaca la admiración del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, por Carpentier, reflejada en una carta enviada a su viuda, Lilia, a raíz de cumplirse el centenario del natalicio del escritor, publicada en parte por El Siglo XXI.

Quiero testimoniarle la gratitud, el cariño y la admiración que continúan despertando entre nosotros la creación y conducta de quien fuera su inolvidable compañero, autor de una obra monumental, expresa Fidel Castro en la misiva.

Raudales recuerda que tuvo un primer contacto con la obra de Carpentier en 1985, en la Universidad Centroamericana (UCA), de Managua, cuando el maestro jesuita Raúl H. Mora dijo a sus alumnos que "Alejo Carpentier era el mejor escritor que él había leído en su vida".

Sentí como un relámpago en mi pecho, anoté esa frase en el cuaderno que aún conservo y me propuse leer todo sobre la vida de este destacado escritor cubano, relata.

Añade que Carpetier fue el primer Premio Cervantes de la Lengua Española en América Latina (1977), cuyo monto financiero donó íntegramente al gobierno revolucionario cubano.

Conocedor y promotor de la música cubana y caribeña, la magia de su literatura es que logró imprimirle al texto narrativo la estructura de una partitura musical, escribe, al recordando las enseñanzas del maestro Mora.

Sus obras literarias son una verdadera simbiosis de letras y notas musicales. Hay un ritmo que se siente al leer su prosa, concluye Raudales, autor de varias novelas y libros de análisis político. (PL)