Nueva escuela de artes marciales en Santa Cruz del Sur

Nueva escuela de artes marciales en Santa Cruz del SurUn dojo (escuela) de artes marciales de Takeda Yoshikiyo, quedó oficialmente instaurada en Santa Cruz del Sur el presente año, conformada por dos grupos de 20 miembros cada uno, allí se aprenden las destrezas del Ryu Aiki Ju Jutsu, quiados por el Sen Sei Juan Miguel Naranjo Pita. “Nuestros budokas (practicantes) conocen el significado de este arte: les transmite flexibilidad, armonía y la energía necesaria, al estilo del Gran Guerrero”.

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“Yoshikiyo- informó- fue el primer Soke (guardián del estilo) del clan Takeda, y de ese estilo. Es un verdadero orgullo rendirle tributo así. Estamos regidos por las leyes de la sociedad moderna, existiendo mayor flexibilidad y entendimiento. Sobre todo, somos defensores permanentes de la Revolución cubana”.

En las jornadas vespertinas de lunes a viernes, buscan como elementos básicos, la perfección de la espiritualidad, el mejoramiento de la salud física y mental. Este Sogo Budo (arte marcial) está compuesto por varias destrezas de la familia Takeda: palo corto, la espada japonesa, sólo con las manos y el ejercicio de defensa personal, entre otras. También se derivaron de ella otras artes marciales, como es el caso del Daito- Ryu Aiki Ju Jutsu, el Aiki Do, Hakko Ryu y el Hapkido.

“Los fuertes entrenamientos se basan en las técnicas de golpeo hacia zonas vulnerables, proyecciones, derribos del adversario, luxaciones de las articulaciones, estrangulaciones, inmovilizaciones, y aprenden métodos de curación para mantener el imprescindible equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Todo lo que ejecutamos nos da fortalecimiento, flexibilidad, endurecimiento y canalización de la energía”, manifestó, el además el Cinturón Negro, segundo Dan

Maribel Díaz Miranda ejercitaba con anterioridad el Kárate, deportivamente. Pero para ella este arte tiene otro carácter. “He ido aprendiendo muchas técnicas muy complejas, sobre todo las caídas y los desplazamientos”.

Luego nos expuso: “Hasta hace unos días era la única mujer en el grupo, ya entró otra compañera, aunque el sexo predominante es el masculino. He recibido y recibiré muchas caídas, siempre vuelvo a ponerme de pie para seguir aquí”.

El Sempai (monitor) es de los más veteranos. Norge Ortega Arista posee un nivel de conocimiento por encima de la mayoría de los Budokas, “con excepción del Sen Sei. Sólo una vez él se ausentó y di la clase, recibiendo de todos el debido respeto. Yo entrenaba hasta hace unos años el Kárate Do del estilo Jyoshymin Shorin Ryu. El que ahora ejecuto me ha traído mayor satisfacción… lo siento más completo”.

Sobre el sistema de evaluación se pudo recoger, que es similar al ya tradicional en esta disciplina, encontrándose los grados Kyu (inferiores) y los Dan (superiores), que se adquieren en Dojos existentes también en Estados Unidos, Canadá, Luxemburgo, Francia y Rumania, entre otros países.

El acatamiento de la vestimenta ancestral ha permitido ya, la adquisición a varios de los Budokas del Keiko gi (chaqueta y pantalón) el Obi (cinturón) y la Hakama (falda pantalón japonés) compuesta por siete pliegues, que representan los siete principios del código de honor del samurai.

A partir de los seis años los infantes de ambos sexos pueden adentrarse en el mundo del Ryu Aiki Ju Jutsu. “Se ha comenzado a hacer la promoción de nuestra escuela para que los pequeños interesados en asistir llenen su mente del Bushido Nasaki (compasión y benevolencia del guerrero) desde la primera clase, para convertirse en mejores seres humanos y forjarse como la espada del samurai: libres de impurezas”, significó Juan Miguel. (Radio Santa Cruz)