Temores y miedos relacionados con la sexualidad

Temores y miedos relacionados con la sexualidadDiversas ideas irracionales, temores y miedos relacionados con la sexualidad, hacen que numerosas personas acudan a las consultas médicas para atenderse con la convicción del padecimiento de disfunciones sexuales.

Estas ideas causan molestias, crean angustias y llegan a lesionar la autoestima y salud mental de hombres y mujeres provocando fallas, ya que centrados en la preocupación por el rendimiento, se distraen del estímulo erótico.

Los conceptos erróneos de la sexualidad, basados en la mayoría de los casos por la inadecuada educación y orientación sexual, producen inhibiciones y, en ocasiones, hasta miedo en esta esfera de la vida.

Esto sucede especialmente en el hombre porque los conceptos de su virilidad están relacionados en nuestra cultura con su genitalidad, o sea, se educa a que el varón es tal porque tiene el pene grande y es capaz siempre de lograr buena erección.

Estos mitos propician que cuando se presenta alguna dificultad en esta esfera, lo cual resulta normal en un momento de cansancio o poca concentración, el individuo puede perder la erección o eyacular con rapidez, y muchos hombres lo interpretan como el padecimiento de algún trastorno.

Al sobrevalorar esta situación, se agudiza la falla por la angustia e inseguridad, y se afecta a su área íntima, amorosa, matrimonial, sexual, y toda su vida de relaciones.

Todos estos aspectos provocan que el placer pase a segundo término y las preocupaciones se centran en: ¿podré? o ¿no podré?, lo cual adentra al sujeto en el denominado “El círculo del disfuncional”, o sea, la inquietud ante la posibilidad de fallar nuevamente lo hacen continuar con los trastornos o que estos se agudicen.

Ante estas situaciones es necesario, en primer lugar, que la pareja hable del tema, analicen lo ocurrido sin culparse uno al otro o, como en muchos casos, la mujer busca primero, en causas como la infidelidad, la explicación de la situación, alejándose de la comprensión y ayuda requeridas, pues de esta forma solo se logra acentuar la preocupación del sujeto.

Si la pareja no logra con la buena comunicación salir de esta situación, entonces se requerirá de la presencia de un especialista en orientación y terapia sexual. (Por Dra.C. Beatriz Torres Rodríguez, AIN)

(*) Presidenta Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES)