Preocupación en Francia por anticonceptivos de última generación

París, 4 ene. – Las recientes denuncias sobre los riesgos de los anticonceptivos de nueva generación causan hoy preocupación en Francia, donde en los últimos años ocurrieron varios escándalos sanitarios que afectaron sobre todo a las mujeres.

Unas 30 féminas anunciaron su intención de presentar querellas contra los fabricantes de esos fármacos después de que la joven Marion Larat asegurara que la píldora Meliane, producida por los laboratorios Bayer, fue la causante de un derrame cerebral que sufrió en 2006.

Los anticonceptivos de tercera y cuarta generación aparecieron en el mercado francés en la década de 1990 y en la actualidad alrededor de dos millones de mujeres los consumen.

Aunque generalmente provocan menos efectos secundarios dañinos que sus predecesores, la Agencia Europea del Medicamento señala que la posibilidad de trombosis es dos veces mayor, unos cuatro casos por cada 10 mil.

Sin embargo, los especialistas consideran que los riesgos de accidente cerebral están asociados a otros factores como el tabaquismo, el sobrepeso o la diabetes.

"Hay que evitar dar la impresión de que la píldora sería un peligro. Es un fármaco y como tal no se puede banalizar", dijo la ministra de Salud Marisol Touraine.

No obstante, la Agencia Nacional de Seguridad de los Medicamentos estudia limitar solo a los ginecólogos la facultad de prescribir estos anticonceptivos.

El tema genera inquietud aquí sobre todo después del caso Mediator, un producto de los laboratorios Servier para el tratamiento de la diabetes retirado del mercado en 2009.

Varios estudios sostienen que el Mediator es responsable de la muerte de entre 500 y dos mil personas, así como de daños cardiovasculares y pulmonares a una cifra mucho más elevada.

Otro escándalo sanitario más reciente fue el de las prótesis mamarias Poly Implant Prothése (PIP), fabricadas con un gel de uso industrial y no médico.

En el año recién concluido más de 14 mil 300 francesas debieron ser sometidas a intervenciones quirúrgicas para retirarse esos implantes que sufren frecuentes roturas y causan irritación e inflamación en los tejidos.

Se estima que en el mundo entre 400 mil y 500 mil féminas portan estos artefactos riesgosos para su salud.(PL)