Estados Unidos enseña a matar y muere

Estados Unidos enseña a matar y muereConsternación mundial ocasionó el saldo de 26 personas masacradas -incluidos 20 niños de 6 y 7 años de edad- dejado por otro “loco” asesino en la escuela elemental “Sandy Hook”, de Connecticut, Estados Unidos, suceso tan aterrador como “normal” en una nación donde se calculan 300 millones de armas de fuego en manos de la población. Como comprar una Mc´Donald, un perro caliente y una coca cola.

No es el primer hecho sangriento ni será el último, desgraciadamente, en el país paladín de los Derechos Humanos, que siempre ve la paja en el ojo ajeno y cuyos millones de habitantes necesitan poseer en su bolso, al menos, un spray de pimienta para repeler un atraco, una violación… en fin, acciones cotidianas generadas en una sociedad que engendra violencia por todos los poros publicitarios de sus poderosos medios de comunicación y es, además, el principal consumidor de drogas del orbe.

¿Cómo frenar ese quehacer criminal? ¿Suspendiendo solo la venta de armas, que dudo pueda firmar Barack Obama en su segundo período de mandato?

La violencia genera violencia: pregúntenselo a los indocumentados mexicanos, a los manifestantes de Wall Street, a los negros autóctonos perseguidos por el Ku Klux Klan en pleno siglo XXI.

Sin embargo, la principal escuela en EE.UU. para enseñar a matar -y matan en serie a civiles indefensos- son las guerras; y en todas las de la humanidad desde que USA existe, tienen alguna participación física, ya sea en marines, espías, armas y drones sofisticados, no tripulados pero mortíferos bombarderos caza “terroristas”, según el pretexto OTAN-Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Desde el primer entrenamiento, los marines muestran su agresividad con sus propios congéneres, triunfa el más fuerte, el más decidido, el sin escrúpulo para asesinar en nombre de la gran nación que siembra la muerte, la desolación y también el odio dondequiera que asientan sus bases militares con la anuencia de gobiernos aliados y contra los pueblos expoliados.

Barack Obama, el controvertido Premio Nobel de la Paz, heredó y creó su guerra para mantener en un momento pico tres frentes: Iraq, Afganistán y Libia, además de puntos candentes actuales que atiza contra Siria e Irán, países soberanos y constitucionales.

Dudo que la segunda enmienda ceda el “derecho” de las organizaciones “patrióticas” como la Asociación Nacional del Rifle (NRA) para que depongan las armas o que EE.UU. renuncie a ser el estado más belicista del planeta.

Entonces, la muerte sigue igual, parafraseando al popular cantante español Julio Iglesias: continuarán los locos de las guerras practicando los asesinatos públicos en masa, tal cual lo hicieron en una aldea vietnamita, o lo hacen en un barrio musulmán, una mezquita, una boda o un cumpleaños de alegres niños en el Medio Oriente.

Por Rolando Sarmiento Ricart/Colaborador de Radio Cadena Agramonte.