ALBA: nuevas páginas en la historia de la integración regional

ALBA: nuevas páginas en la historia de la integración regionalLa Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, ALBA acaba de cumplir su octavo año de existencia y trabajo. Cuando el 14 de diciembre de 2004 el presidente venezolano Hugo Chávez, junto a Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, le dieron nacimiento en La Habana, la historia de integración regional abría sin dudas una página diferente.

Hasta entonces no pocos proyectos de ese corte se escurrían entre una enmarañada retórica, o se limitaban únicamente a aspectos económicos parciales como el tema arancelario. Carecían de la integralidad y de la nueva óptica progresista y transformadora que reclamaban hasta entonces nuestras naciones y sus urgentes prioridades.

En consecuencia, el ALBA devino una plataforma de nuevo tipo que puso el énfasis en la lucha contra la pobreza, la dependencia, la exclusión social, y los individualismos y dogmas heredados de la prácticas neoliberales que azotaron al sur del hemisferio durante las últimas décadas del pasado siglo.

Así, la Alianza priorizó la colaboración y complementación económica, política y social, expresada en planes concretos de desarrollo sostenible en las más diversas ramas, rigurosidad en el examen y toma en consideración de las asimetrías entre sus diferentes integrantes, y la adopción de mecanismos políticos que favorecen la estabilidad y la integridad de sus miembros.

Gracias a esa óptica, naciones menos favorecidas han logrado seguridad energética, avanzan en una agricultura sustentable, suman calidad de vida gracias a amplios programas de salud y educación, y cuentan con una solidaria tribuna donde defender sus derechos frente a todo intento desestabilizador interno o externo.

La Alianza ha sido pionera en la búsqueda de la independencia monetaria regional, con importantes transacciones realizadas a estas alturas con el uso de la por ahora moneda virtual denominada SUCRE, que rompe con la dependencia con respecto a inseguras divisas como el dólar o el euro.

Por demás, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América se estima parte esencial de los esfuerzos que otros organismos regionales asumen en la búsqueda de una integración plena de todo el Sur hemisférico.

Igualmente, reconoce y aplaude el fortalecimiento creciente del MERCOSUR, el Mercado Común del Sur, que recientemente concretó la membresía plena de Venezuela y abrió sus puertas a las solicitudes en ese sentido de Bolivia y Ecuador.

Al mismo tiempo, apoya de manera decidida el avance de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, cuya presidencia transitoria asumirá en breve precisamente Cuba de manos de Chile, que encabezó el conglomerado desde su fundación en 2011 en Caracas.

Por Néstor Núñez/ AIN.