Bloqueo contra Cuba, terrorismo a escala oficial

Bloqueo contra Cuba, terrorismo a escala oficialLa prolongación por más de cinco décadas del bloqueo comercial y económico de Washington contra Cuba no es una medida aislada e inconexa.

Acabar con la independencia de la mayor de las Antillas y con el derecho de su población a la autodeterminación, es el blanco de todo un sistema agresivo de factura Made in USA que lo ha ensayado prácticamente todo en la consecución de sus nefastos propósitos.

En pocas palabras, el bloqueo es apenas una de las tantas armas que por largos años han esgrimido los sectores reaccionarios norteamericanos para retrotraer la marcha de la sociedad cubana y promover un cambio interno aceptable para sus designios de dominación con respecto a un pequeño vecino que le resulta molesto.

El blanco clave de ese entramado de decisiones económicas y financieras es ya conocido: la vida cotidiana de millones de compatriotas convertida en un infierno de carencias, malestar, insatisfacciones y frustraciones, como manera de promover por hambre, enfermedades y penurias el fin de toda actitud de resistencia y patriotismo.

Pero, lo decíamos, no ha sido el único flanco bajo la mira y el fuego enemigo.

Al bloqueo hay que sumar las acciones armadas y terroristas que Cuba ha debido enfrentar desde el mismo triunfo revolucionario, hace más de 10 décadas, como los incendios provocados en cañaverales, los bombardeos a centrales azucareros y sabotajes en almacenes.

En esta criminal historia se registran pasajes como la invasión mercenaria por Playa Girón en 1961, el sabotaje al buque francés La Coubre en marzo de 1960 en el puerto habanero, la destrucción en pleno vuelo de una nave civil cubana frente a las costas de Barbados en 1976 que causó la muerte de las 73 personas a bordo, o la ola de atentados terroristas contra la red hotelera nacional a fines de la década de los noventa del pasado siglo.

Actos salvajes que han matado a cerca de tres mil 500 conciudadanos y mutilado a más de dos mil, y que se integran al amplio programa de hostilidad en que se ha convertido la política oficial de los Estados Unidos hacia la Isla.

Mientras, aún está por conocerse el primer acto hostil de los cubanos hacia la seguridad y la integridad del poderoso vecino del Norte, y por tanto, el gran “pretexto” que justifique tanta vesania y tanto odio hacia un conglomerado humano cuyo único interés es contar con el pleno derecho a hacer y deshacer en su devenir sin la interferencia de intereses ajenos.

En consecuencia, no puede resultar extraño el hecho de que en fecha reciente, como viene sucediendo desde hace veinte años en el seno de la Organización de Naciones Unidas, el bloqueo económico y comercial de Washington a La Habana reciba nuevamente la más amplia condena universal.

Y es que solo mentes obcecadas e irracionales pueden apoyar decisiones que de manera confesa representan verdaderos actos de genocidio y terrorismo a escala oficial. (Por Néstor Núñez, AIN)