Camilo, hoy y siempre

Ariel es un niño de cuatro años, él conoce a Camilo solo por una foto. Este domingo, sus padres, lo llevarán al litoral para mostrarle cómo los pioneros le echarán flores al héroe de la sonrisa eterna y el sombrero alón.

Él, dentro de algún tiempo, usará pañoleta y junto a sus compañeros de aula tapizará el mar azul de flores para el hombre que vio una vez, en una foto.

Expedicionario, guerrillero, hombre… vivió con la valentía y lo entregó todo por su patria. La fuerza del corazón se multiplica hoy, no en vano Fidel dijo que en el pueblo hay muchos Camilos.

Su desaparición física en un tormentoso día de octubre resulta una eterna deuda de la historia para con todo el pueblo. Duele no oír más su voz, aquella que parafraseara los versos de Byrne en vívido discurso.

Hoy Ariel, incapaz de reflejar las complejidades del hombre y el héroe, se prepara para ir al mar. Entre sus labios se dibuja una sonrisa, disfruta frente a una familia satisfecho y dice: voy a echarle flores a Camilo. (Edel Blanco Duarte/ Radio Santa Cruz)