Prevenir demencia para mayor calidad de vida en la vejez

Camagüey, 26 sep .- La ejercitación física y mental, así como el control de enfermedades crónicas no trasmisibles y hábitos nocivos, contribuyen a prevenir las demencias, que aquejan fundamentalmente a personas de la tercera edad.

En Cuba, que en 2025 será el país más envejecido de Latinoamérica, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información, los programas de salud para el adulto mayor incluyen la atención a esos padecimientos.

La doctora Sandra Díaz, funcionaria de la Dirección Provincial de Salud Pública en Camagüey, señaló a la AIN que se trata de potenciar la funcionalidad del anciano, la independencia en la vida cotidiana y el buen desempeño cognitivo.

Señaló que tanto en casas y círculos de abuelos, como en las consultas interdisciplinarias de atención gerontológica, se desarrollan estrategias para reducir las posibilidades de que aparezcan demencias de tipo vascular o la enfermedad de Alzheimer.

Belkys Amil, licenciada en Defectología, comentó que en la casa de abuelos donde labora promueve actividades de tipo intelectual como lecturas y charlas, para mantener activa la siquis de los ancianos, quienes participan además proponiendo temas de su interés.

Es una manera eficaz de mantener el control sobre la mente, comentó el jubilado Ervelio Varona, ingresado en una institución de ese tipo.

También los proyectos de promoción para la salud hacen hincapié en disminuir o eliminar el consumo de alcohol y cigarro, adicciones que junto a la hipertensión arterial, la diabetes, los accidentes cerebrovasculares, la obesidad y la inactividad física, favorecen las patologías neurodegenerativas.

Odalmys Chacón, especialista de la consulta provincial de Geriatría, aclaró que en la demencia influyen otros factores, pero recalcó que modificar estilos de vida constituye un paso de avance hacia la prevención de esa enfermedad.

En reportes del sitio digital médico cubano, Infomed, constan las demencias y el Alzheimer como la sexta causa de muerte en uno y otro sexo, y de años potenciales de vida perdidos, con más de tres mil defunciones en 2011, el triple de las acontecidas en 1990.(AIN)