Gerardo, un hombre libre tras las rejas

El cuarto día de este sexto mes, un hombre libre volverá a pasar su cumpleaños tras las rejas. Tal vez millones en la tierra cumplan años este día; pero difícilmente alguno sufra del encierro obligado a pesar de ser inocente, enclaustramiento que cumple con ejemplar decoro y verticalidad de principios.

A Gerardo Hernández Nordelo, odios viscerales de la extrema derecha de Miami  le niegan plantar una semilla para verla germinar en sus brazos, le impiden el abrazo cálido de Adriana, su esposa, y el andar despacio por su ciudad querida donde conoció del amor y se formó como ser humano.
  
También le negaron el derecho de ver, por última vez, los ojos de Carmen, su madre, antes de que los cerrara definitivamente…
  
Él no es prisionero común en una cárcel de Estados Unidos. Es un prisionero político que cumple ¡dos cadenas perpetuas más 15 años! Sanción injusta y desmesurada para quien solo quería impedir que agrupaciones criminales causaran más dolor y luto en hogares de su patria.
  
Durante décadas, y con la anuencia de sucesivas administraciones de la Casa Blanca, esos grupos, con atentados, ataques bacteriológicos y todo tipo de agresiones, acumulan un saldo de tres mil 748 muertos y dos mil 099 mutilados e incapacitados.
  
Un otoño, desde hace casi 14 años, fue fatídico para Cinco jóvenes cubanos, Gerardo entre ellos, que arriesgaban vidas en aras de la tranquilidad para su pueblo y para el propio pueblo de los Estados Unidos.
  
En Miami, él, junto con Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González, sintieron en carne propia la aberración de la mafia anticubana contra el pueblo de la Isla.
  
Gerardo cumplirá otro año de vida. Nadie podrá impedir que Adriana le regale sueños.
  
Germinarán millones de semillas y el mundo volverá a alzar voces en este cuarto día del sexto mes, por un hombre, libre de espíritu y conciencia, tras las rejas. (Por Bárbara Vasallo Vasallo, AIN)