Flores para las madres, tradición y buen gusto

Flores para las madres, tradición y buen gustoRegalar flores con motivo del Día de las Madres es una tradición extendida en casi todo el mundo. En Cuba la costumbre pervive, sostenida por el incremento de las siembras de estas plantas y su comercialización en poblados y ciudades.
  
Recuerda la historia que la costumbre surgió en la Antigua Grecia, cuando se le entregaban atavíos florales como ofrendas para la diosa Rhea, madre de Hades, Zeus y Poseidón.

Luego, la vida moderna transformó la costumbre y la condicionó a las diferentes particularidades culturales de las naciones.
  
Los residentes en Santa Clara mantienen la tradición, a la que suman la entrega de adornos de alta calidad realizados por floristas experimentados, residentes en diferentes sitios de la ciudad.
  
Marta Anido, investigadora de la cultura popular en la localidad, relató a la AIN que en los siglos XIX y XX, el segundo sábado de mayo se efectuaba el Baile de las flores, en el cual los jóvenes danzaban al compás de sones, danzones y valses, como parte de las festividades por el Día de las Madres.
  
En la víspera comenzaba también una gran verbena por el advenimiento de tan importante fecha. La noche sabatina los comercios mostraban sus vidrieras engalanadas con todo tipo de ornamentos naturales, y  los maniquíes se colocaban de manera que representaran a la familia unida.
  
Anido rememoró que al parque Leoncio Vidal concurrían muchos vendedores de claveles, y las personas compraban, tanto blancos como rojos, para llevarlos en las solapas durante todo el domingo.
  
La estudiosa acotó que con el color de la espiga colocada en el pecho indicaba si la progenitora era viva o muerta. En caso de haber fallecido los hijos las llevarían blancas, mientras las rojas denotaban que la antecesora aún vivía.
  
Actualmente en escuelas, círculos infantiles, y en las propias viviendas resulta común que los más pequeños realicen sus primeras manualidades para obsequiarlas a madres, abuelas y tías.
  
El día resulta especial. En muchas familias se les libera de los quehaceres hogareños, los cuales son asumidos por los hombres y los más jóvenes.
  
Los cubanos mantienen el hábito de reunirse el segundo domingo de mayo con todos los hijos en torno a la madre, no importa si vivan lejos o cerca, en esa ocasión no faltan los obsequios ni los halagos, como una manera más de mostrar el amor y respeto que le tienen. (Por Marta Hernández, AIN)