Nuevo punto de partida de azucareros avileños

La zafra azucarera en Ciego de Ávila no es solamente  la mejor de los últimos siete años en producción y eficiencia, sino también punto de partida  para superar sus resultados. No es obra del azar, pues al concluir la anterior cosecha, sus trabajadores desarmaron, diagnosticaron y conservaron  los equipos; y rescataron técnicos y obreros calificados que habían abandonado el sector.

También crearon grupos especializados en  mantenimiento, capacitaron a los nuevos ingresos y tras el período de reparaciones, hicieron pruebas al vacío y con carga para ajustar la maquinaria.
  
De esa forma la capacidad industrial de molida aumentó al 80 por ciento -la mayor del país- y el tiempo perdido fue inferior al 15 por ciento frente al 23 en la campaña precedente.

"Tales acciones se tradujeron en 27 mil toneladas más del dulce grano respecto a la pasada zafra, cifra que prosigue creciendo", afirma Norelbys Gallo Saroza, director de la Empresa Azucarera Ciego de Ávila.

“Pudiéramos haber producido más, sin embargo, el central Ciro Redondo tuvo dificultades con la calidad del guarapo pues la caña que no se molió el año anterior presentó cambios vegetativos y el rendimiento industrial no rebasó el 10 por ciento”, precisa Gallo.

La productividad en el corte y la molida de caña fresca arrojaron que el costo de la tonelada de azúcar resultara de los más bajos del país, mientras los tres ingenios se autoabastecieron de electricidad y aportaron al sistema electroenergético nacional.  

Los avileños acercaron a los centrales alrededor de tres mil hectáreas de nuevos campos para que, en la venidera cosecha, se muela más caña fresca; en esta alcanzó el 55 por ciento de la entregada de manera directa a los basculadores.

El ingenio Enrique Varona llevaba dos años inactivo y su labor ahora fue decisiva en el ajuste de los equipos; mientras, el ingenio-refinería Ecuador, hizo la zafra más eficiente de las últimas tres décadas.

Su colectivo contribuyó  a que la provincia solamente utilizara el 44 por ciento de los portadores energéticos planificados y obtuviera  utilidades por más de 10 millones de pesos al disminuirse los costos de producción.

Jorge Pablo Santana, director del Ecuador, expresa que este central ha sido “el caballo de batalla”, no solo por superar en más de 15 mil toneladas su plan de 35 mil de refino, sino porque lo hizo simultáneamente en el período de zafra. 

Arminda Meneses Inzué, jefa de turno en el Ciro Redondo y primera cubana con esa responsabilidad, se siente optimista y asegura que “hicimos buena zafra, pero ya debemos empezar a preparar la otra para que sea mejor”. (Por Julio Juan Leandro, AIN).